El PP celebra un acto en su sede en Llíria y pide el voto para las elecciones europeas en clave nacional

El acto electoral celebrado ayer en la sede popular de Llíria, encaminado a movilizar el voto de sus militantes y simpatizantes de cara a las próximas elecciones europeas, se centró sin embargo en temas de alcance autonómico y nacional.

José García

Se habló de Europa, pero la mayoría de las intervenciones se centraron en considerar estos comicios como una antesala de la salida del socialista Rodríguez Zapatero del gobierno de la nación o, incluso, como un refrendo de absolución respecto a las imputaciones que se están vertiendo sobre el presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps.

La sede del PP de Llíria acogió un acto en el que participaron el candidato del Partido Popular al Parlamento Europeo, José Manuel García-Margallo; la consellera de Agricultura, Maritina Hernández; el presidente del PP comarcal y también alcalde de Ribar-roja de Túria, Francisco Tarazona; y el alcalde edetano, Manuel Izquierdo.

Manuel Izquierdo, en su breve intervención, se refirió a la “complicada situación económica” en la que se encuentra el país, y expresó su convencimiento en que la situación se puede modificar si “desde Europa se impulsa un cambio que llegue hasta España”, en clara referencia a la posibilidad de que una victoria popular en las elecciones europeas pueda facilitar la salida de Rodríguez Zapatero del gobierno español.

Francisco Tarazona fue más explícito y explicó que Zapatero “sólo ha venido dos veces a la Comunidad Valenciana en cinco años” porque sabe que el partido socialista “tiene poco que hacer en nuestra comunidad mientras en el PP valenciano existan políticos como Paco Camps o Rita Barberá”. Además, dijo que con las actuales cifras de parados se impone un cambio político en la gestión del país y pidió el voto desde el convencimiento “de la victoria del PP en las europeas”, aunque matizó que es importante que todos los simpatizantes populares acudan a votar.

Tres motivos para votar al PP
José Manuel García-Margallo expuso las tres razones que, bajo su punto de vista, existen para votar en los próximos comicios al PP; la primera era Francisco Camps, “que está sufriendo una campaña atroz, injusta y desproporcionada”. García-Margallo explicó que lo que está sufriendo el presidente de la Generalitat Valenciana “no es propio de un país democrático, sino de un estado totalitario” y recordó que ya en 1999 se vivió una situación similar, con las acusaciones vertidas en su día sobre la candidata popular de entonces Loyola de Palacio, y su presunta vinculación con el escándalo del lino.

La segunda razón esgrimida por García-Margallo era “el Partido Popular de la Comunidad Valenciana”, ya que “es el único que defiende los intereses de los valencianos”. Acusó al PSPV-PSOE de frenar el Plan Hidrológico Nacional (PHN) y de redactar cuatro informes contra el modelo de urbanismo valenciano, y expuso que el PP apuesta por impulsar el Corredor Mediterráneo o recuperar de nuevo el PHN.

Por último, García-Margallo citó la tercera razón para votar al PP: el PP Nacional. Recordó que España, en 1994, era “un país  al borde del caos, una ruina en la que las empresas valencianas se marchaban fuera porque aquí no podían subsistir”. En ese contexto llegaron las victorias populares en las elecciones europeas de 1994, en los comicios autonómicos de 1995 y en las votaciones nacionales de 1996. “Hay que votar al PP para que podamos reconstruir nuestro país y sacarlo del hoyo donde nos han metido los socialistas, tal y como ya hicimos en 2004”, concluyó.

Ataque a los valencianos
Después intervino Maritina Hernández, quien basó su intervención en dos aspectos: por un lado, la defensa de la política popular respecto al sector de la agricultura y la ganadería; por otro, la defensa de la acción política de Francisco Camps.

La consellera de Agricultura explicó que el PP defenderá los intereses de los agricultores valencianos en Europa: “Vamos a exigir que a los productos importados desde fuera de la UE se les demande requisitos de calidad y seguridad alimentaria que se pide a los europeos”. Al mismo tiempo, se comprometió a que las ayudas que reciban los agricultores españoles se mantengan: “No se puede quitar ni un céntimo de euro en estas partidas presupuestarias, si deben hacerse restricciones deberá ser en otros sectores”, aunque no especificó en cuáles.

También criticó a Rodríguez Zapatero por “no hablar de lo que le interesa a la Comunitat Valenciana, que es el agua y la defensa del sector agrícola”. Además, recordó que el Plan del Sector Agroalimentario, enmarcado en el Plan Confianza que ha impulsado por el Francisco Camps, “supone una inyección de 102 millones de euros” para aumentar la competitividad del sector agroalimentario de la Comunitat Valenciana.

En cuanto a su defensa de la gestión política del presidente de la Generalitat Valenciana, Maritina Hernández dio su particular visión sobre las responsabilidades políticas (y en su caso, judiciales) que se pueden establecer a partir de las imputaciones que se realizan a Francisco Camps en torno a su supuesta vinculación con el ‘caso Gürtel’: según explicó Hernández, en este caso no se produce una imputación judicial sobre la persona del presidente de la Generalitat, “sino que es un ataque a la dignidad de la institución, la Generalitat Valenciana, y un ataque a la dignidad de los propios valencianos que el gobierno autonómico no puede aceptar”.