El Consorcio Valencia Interior (CVI) ha emitido un comunicado en el que explica la decisión tomada para efectuar una “restauración ambiental con las tierras sobrantes de la construcción de la Planta de Tratamiento de Residuos que se está construyendo en Llíria”.
José García
“Las tierras procedentes de las obras de construcción de la nueva planta de Tratamiento de Residuos de Llíria, promovida por el Consorcio Valencia Interior, están sirviendo para la Restauración Ambiental de una zona degradada del municipio, junto al cauce de la Rambla Castellana, disponiendo de las preceptivas autorizaciones y licencias”, explican estas mismas fuentes.
CVI añade que “las tierras sobrantes de excavación de las obras de Llíria se están utilizando para restaurar ambientalmente una gravera junto a la rambla Castellana, a 600 metros de distancia del emplazamiento de la nueva instalación del Consorcio”.
CVI concluye diciendo que la obra que se está acometiendo en Llíria está generando en la actualidad “sobrantes de piedra y tierras de excavación” y manifiesta que “el uso de estos materiales para la restauración de parcelas afectadas por actividades de industrias extractivas o mineras está previsto en el decreto de uso de residuos inertes adecuados”.
“En este caso en particular está amparado por el preceptivo proyecto de restauración ambiental de la gravera, que dispone de la licencia urbanística por parte del Ayuntamtiento de Llíria”, concluyen los representantes de CVI.
Estas declaraciones de CVI se producen después de que un grupo ecologista denunciara una serie de vertidos del Consorcio en una zona situada a 10 kilómetros de Llíria, llamada ‘la Cañada Parda’.