El Ayuntamiento de Llíria ha anunciado el final de los trabajos de restauración ambiental de la ladera este del monte de San Miguel y de la zona periurbana del barrio del Pich.
José García
El consistorio ha invertido 70.000 euros en este proyecto, que ha estado financiado íntegramente por la Diputación de Valencia. La zona intervenida presentaba un alto nivel de degradación, primero por servir como cantera para la extracción de áridos, y posteriormente por convertirse en un foco continuo de vertidos y por la población de dos especies de cactus alóctonos.
En esta actuación se han arrancado y eliminado los cactus mediante elementos mecánicos, se ha limpiado el vertedero incontrolado y se han plantado especies arbustivas y arbóreas autóctonas. Estos trabajos constituyen una fase inicial para el desarrollo de una actuación integral, que pretende la creación de un entorno natural periurbano que incorpore la revegetación de la zona y la habilitación de sendas para el esparcimiento de los vecinos.
Desde el Ayuntamiento ya se está trabajando en la segunda fase del proyecto. Además, el objetivo es controlar las nuevas poblaciones de cactus para erradicarlo del cerro. En este sentido, el alcalde edetano, Manuel Izquierdo, ha explicado que las dos especies que invaden la zona “generan un peligro para la fauna y los ciudadanos que transitan por sus proximidades, por sus abundantes espinas”.
Izquierdo ha añadido que esta actuación “ha permitido recuperar para el disfrute de los vecinos “una zona situada entre el casco urbano y el monasterio de San Miguel y el poblado íbero de Edeta, que posee un gran valor paisajístico, cultural y emblemático para el municipio”.