El pleno acordó, por unanimidad de todos los grupos políticos, flexibilizar los criterios que se exigen en cada intervención arquitectónica que soliciten los propietarios y que cuente también con el respaldo de los técnicos municipales.
Pau Tineo
La concejala de Urbanismo, Reme Mazzolari, ha afirmado que el Gobierno del PP “se ha sumado a la propuesta de los socialistas, mostrando nuestra coherencia con los postulados de este tema, porque cuando el actual catálogo fue aprobado en el año 2002 por la entonces coalición gobernante PSOE-Bloc-EU, ya votamos en contra porque ya entonces recogimos la preocupación de los vecinos afectados. Entendíamos que se había excedido el valor de patrimonial de muchos inmuebles, obligando a los propietarios a conservar elementos y asumir grandes costes si querían realizar obras en sus viviendas”. “Ahora estudiaremos cada caso y daremos facilidades para cambiar las situaciones que sean posibles”, ha asegurado Mazzolari.
Actualmente, los propietarios no pueden demoler los edificios o elementos catalogados, debiendo tomar las medidas necesarias para su estabilidad. En el nivel de protección 2 se incluyen un total de 25 edificaciones que deben ser conservadas al menos parcialmente o existen peculiaridades constructivas de difícil reproducción. La revisión de su protección requiere los pertinentes estudios de cada caso para su aprobación.
Por su parte, la modificación de los edificios de los niveles 3 y 4 se debe tramitar mediante una modificación del PGOU. En esta clasificación hay un total de 105 inmuebles cuya envolvente exterior, por su singularidad, carácter tradicional o articulación morfológica en el entorno, contribuyen a conformar el ambiente urbano.