Otro enfrentamiento entre el Consorcio Valencia Interior y colectivos de vecinos descontentos con la tasa de tratamiento de basuras

La relación entre una serie de asociaciones vecinales de varias poblaciones que forman parte del Camp de Túria y el Consorcio Valencia Interior (CVI), el ente encargado de gestionar los residuos de ésta y otras cuatro comarcas, siguen deteriorándose: ante los comunicados de protesta de los primeros ha llegado la réplica del Consorcio.

José García

 

En tiempos de crisis, cada familia vigila con mucha atención la llegada de cualquier recibo. Uno de los que está generando mayores protestas es el que el CVI manda a las personas de las poblaciones en las que se ofrecen sus servicios. Algunos vecinos consideran que el coste de ese servicio no se ajusta a la calidad del servicio recibido. Desde el Consorcio, a su vez, se considera que esas críticas son fruto de la manipulación y la desinformación.

Al frente de estos colectivos vecinales descontentos se encuentra la ‘Plataforma de Afectados por la Tasa de Tratamientos de Residuos’, integrada por Federación de Urbanizaciones Camp de Túria FUCTÚ (Llíria); Plataforma Llíria Habitable; Associació de Veïns El Pic (Llíria); AA.VV. La Vila Vella (Llíria); AA.VV. Camp de Túria (Náquera); AA.VV. de l’extra radi (Vilamarxant); y 15-M Camp de Túria.

Exposición de las quejas vecinales

Todos ellos se han rebelado contra las continuas subidas que se han producido en la tasa (citan el caso de Llíria, en donde el recibo era de 43 euros en 2008; 65 euros en 2009; 78 euros en 2010; y 90 euros en 2011, sin que se tengan constancia de los datos del 2012).

Asimismo, critican que la tasa es ‘abusiva’ porque “cargan gastos exagerados y conceptos indebidos”, llegando incluso a acusar al CVI de “cargar a los vecinos de los pueblos que sí pagan los recibos los de aquellos que no los pagan”; también consideran que la tasa es ‘fraudulenta’ “porque no presta el servicio contratado, que establece un mínimo de recuperación, y tampoco mejora el reciclaje en origen”.

También denuncian estos colectivos que “el tratamiento que se le está dando a los residuos incumple los mínimos de recuperación que establece el Plan Integral de Residuos 2007” y que “se han incumplido los plazos para la construcción y puesta en funcionamiento de la planta de tratamiento en la Cañada Parda, en Llíria, que debería estar ya en funcionamiento desde Junio de 2010”.

Consideran estos vecinos que “se debe exigir a las empresas adjudicatarias el cumplimiento de sus obligaciones, reducir los impagos y no cobrar recibos duplicados”. Añaden que “la gestión del CVI debe ser limpia y transparente, permitiendo a los vecinos supervisar todo el proceso” y reclaman “una verdadera política de educación ambiental, para reducir la cantidad de basura que se crea y aumentar la participación en el reciclaje”.

Réplica desde el CVI

Ante estas críticas, desde el CVI se ha emitido un comunicado para desmentir “un comunicado lleno demagogia y de informaciones falsas, que pretende manipular la verdad, mentir sistemáticamente y desinformar a los vecinos”.

“Manifestamos nuestro respeto por la opinión de todos y cada uno de los vecinos de poblaciones que forman parte del CVI y entendemos que, en estos tiempos de crisis, los ciudadanos estén molestos con la administración, máxime cuando se les hace pagar una tasa, en este caso, por un servicio que se presta de forma ejemplar”, prosigue dicho comunicado.

En la réplica, el CVI asegura que no se han incumplido los plazos de construcción y puesta en marcha de la Planta de Tratamiento en la Cañada Parda: “Tras la concesión en abril de 2010 de la correspondiente Autorización Ambiental Integrada, estas obras comenzaron a final del verano de 2010, con un plazo previsto de construcción de 2 años, que se prevé cumplir sin mayor problema. En pocos meses la Instalación de Valorización de Llíria estará operativa”.

También desmienten la acusación de que se incumpla la normativa vigente en el tratamiento de los residuos: “las instalaciones de destino gestionan los residuos que entregamos conforme a sus respectivas autorizaciones otorgadas por la Conselleria de Medio Ambiente”.

En cuanto a la falta de transparencia, desde el CVI se contesta que “proporcionamos datos de recogida, de volúmenes de residuos producidos, de toneladas tratadas, de reciclaje obtenido en cada municipio, mes a mes, a través de la web www.consorciovalenciainterior.es y sus perfiles en varias redes sociales. Cualquier vecino, asimismo, pueden solventarse dudas a través de nuestro teléfono”.

Respecto al presunto incumplimiento del objetivo de aumentar la recogida selectiva, el CVI replica que ese objetivo se ha logrado en 17 poblaciones (ninguna de ellas es del Camp de Túria) y que, en los últimos meses, “hemos colocado 193 nuevos contenedores (80 de vidrio, 68 de envases ligeros y 45 de papel-cartón) en los municipios en los que prestamos servicio de recogida selectiva”.

Tampoco se admite la acusación de que se cargan los impagados del resto de pueblos que forman parte del CVI: “A cada pueblo se le aplican los suyos. Ofrecemos un servicio público, cuya tasa debe garantizar que cubre el coste de prestarlo y, por ello, está previsto que haya un porcentaje de recibos que no va a ser posible cobrar tras la gestión recaudatoria en ejecutiva”.

Finalmente, frente a quienes critican al CVI por falta de compromiso hacia una política de educación ambiental, desde este ente se contesta que “sólo en 2010 y 2011, los educadores del CVI visitaron, en acciones de educación y sensibilización ambiental, los 61 municipios del Consorcio, muchos de ellos varias veces. Asimismo, se han realizado actividades casi 70 centros escolares de las cinco comarcas que componen el Consorcio y han realizado acciones de educación callejera en los 61 municipios del Consorcio, presentando y explicando los nuevos servicios”.