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Un vecino pide la ejecución real de una sentencia a las autoridades locales y judiciales

Un vecino de Llíria, Marcelí Faubel Martínez, quiere denunciar a através de InfoTúria la situación de “desprotección” que dice que sufre su familia desde el año 2006. Fue en esos días cuando una familia se instaló en una casa contigua a la que posee su familia (en la calle Viriato, nº 5) y, desde entonces, ha sufrido una serie de adversidades que no han finalizado ni siquiera con la llegada de sentencias que avalaban sus reclamaciones.

José García

“Ya cuando llegaron los que se convirtieron en nuestos vecinos le hicimos saber a las autoridades locales que se estaban cometiendo irregularidades: se iniciaron las obras sin los correspondientes permisos, se invadió una parte de la acera, no se cumplía la normativa vigente y se invadió una parte de nuestra propiedad. La vivienda, a día de hoy, carece de la cédula de habitabilidad”, asegura Marcelí, quien añade que ya comunicó dicha situación a los dirigentes políticos locales en agosto de 2006. “Vinieron unos agentes de la Policía Local a inspeccionar las obras, pero todo siguió igual. Insistimos en nuestras quejas y se nos dijo que debíamos presentar una denuncia contra estos nuevos inquilinos”.

En el intervalo de tiempo, la familia de Marcelí tuvo que padecer varias penalidades: “Como la obra que se estaba efectuando de forma irregular, cada mala actuación nos afectaba directamente: un día, por ejemplo, comenzó a llenársenos la casa de humo que se nos filtraba a través de las paredes, que quedaron negras. Llamamos una vez más a los agentes de la Policía Local y se nos dijo que era porque los vecinos estaban haciendo una barbacoa en su terraza. ¿Cómo es posible que el humo de una barbacoa al aire libre se ‘cuele’ en nuestra casa a través de la pared?”, se pregunta este edetano.

Las irregularidades de la situación son muchas y muy variadas: “Cuando las acciones judiciales ya habían comenzado, nos enteramos que la compañía eléctrica también se había personado en el caso, porque la familia tomaba el suministro eléctrico de forma fraudulenta… ¡ni siquiera tenía un contador de electricidad! ¿Qué tipo de inspección hicieron las autoridades, que no fueron capaces de reparar en que no había un contador eléctrico en la casa que se estaba reformando?”, insiste Marcelí.

La sentencia, finalmente, resultó favorable para este vecino. Sin embargo, aún no se ha cumplido (pese a que dicha sentencia se dictó hace más de dos años): “La persona que figura comopropietaria de dicha vivienda se dió a la fuga, según nos dicen las autoridades, y se encuentra en situación de ‘busca y captura’. Y nosotros, que no hemos incumplido nunca ninguna ley y que siempre nos hemos ajustado a la legalidad, hemos tenido que buscarnos otra vivienda, porque la convivencia se ha vuelto imposible con esa familia”.

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