El Ayuntamiento de Llíria, a través de la concesionaria de gestión del agua, Aqualia, tiene implantado desde hace años un sistema de telecontrol de la red de agua que permite la optimización de recursos hídricos del servicio, la detección precoz de incidencias y la regulación del funcionamiento del sistema de abastecimiento, así como la visualización en tiempo real de todo el sistema.
Según explica la concejala de Ordenación del Territorio y Ciclo del Agua, Elena Jiménez, la Organización de Naciones Unidas ha escogido el Día Mundial del Medio Ambiente para presentar el Decenio sobre la restauración de los ecosistemas e instar a un movimiento mundial para recuperar el planeta. En este contexto, asegurar una adecuada protección del medioambiente es clave para la preservación de la biodiversidad y los ecosistemas y requiere la intervención de organizaciones expertas y comprometidas con este objetivo.
Las empresas gestoras del agua muestran este compromiso a diario y, en este año de pandemia han sabido combinar la prestación del servicio sin apenas alteraciones con el mantenimiento de medidas que les permitan proteger el medio ambiente.
Con la confianza de haber superado lo peor de la crisis sanitaria, Aqualia y el Consistorio de Llíria miran hacia el futuro con la vista puesta en tres objetivos: la renovación de infraestructuras obsoletas, la digitalización de redes y contadores de agua y la eficiencia energética como motores de empleo, integración de los territorios poco poblados, economía circular, y transición verde.
Colaboración público-privada
La actividad de la concesionaria Aqualia tiene un impacto directo en el medio ambiente, con lo que se deben tomar las medidas necesarias y desarrollar las tecnologías que estén a su alcance para que ese impacto sea lo menor posible. Este esfuerzo ya se está viendo reflejado en los resultados obtenidos en algunas instalaciones en Llíria.
Gracias a la colaboración público-privada, desde hace años Aqualia, gestora del Servicio Municipal de Agua en Llíria, tiene implantado un sistema de vigilancia y telecontrol de la red de distribución de agua potable en alta. Esta tecnología monitoriza la interconexión de todos los depósitos existentes en la ciudad, lo que ha permitido optimizar el funcionamiento y aumentar considerablemente el rendimiento de las redes, contribuyendo de esta manera a paliar la pérdida hídrica.
Es una muestra de que, tal y como reconoce Naciones Unidas en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 17, los objetivos “solo se pueden conseguir con asociaciones mundiales sólidas y cooperación”. El objetivo es garantizar la prestación futura de los servicios hídricos que actualmente disfrutamos con el mismo nivel de excelencia y sobre la base de la triple sostenibilidad: social, medioambiental y financiera.
En esta línea, desde hace años, la compañía también trabaja en la reducción de las emisiones en su actividad. Aqualia fue la primera empresa del sector del agua en registrar la Huella de Carbono (HC) para toda su actividad en España, según la Norma ISO 14064-1. Esto supone un valor añadido a los municipios en los que presta servicio, al desarrollar las actividades con el mínimo impacto ambiental y la máxima eficiencia energética, creando entornos más seguros y controlados.