Varios vecinos de la urbanización Edeta han elevado sus voces contra la situación en la que se encuentran sus parcelas, en pleno proceso de urbanización, y denuncian una serie de deficiencias y malas ejecuciones que les están ocasionando “molestias que han hecho que nuestra calidad de vida no sólo no se incremente, sino que se reduzca”.
José García
La formación política opositora MOVE se ha erigido en portavoz de los vecinos descontentos de la urbanización Edeta, en la que las últimas lluvias han ocasionado una serie de molestias que tienen a los habitantes de esta zona en pie de guerra: se denuncian parcelas anegadas, entradas a viviendas llenas de aguas pluviales y barro… y también aguas fecales, que procedían de un colector de agua que acabó desbordado ante la tromba de agua que se registró hace apenas un par de días.
Según MOVE, los vecinos se quejan tanto por las “altas cuotas” que deben satisfacerse cada mes como por la “desatención” que dicen sentir los habitantes de la urbanización Edeta, tanto por parte del agente urbanizador como por la del Ayuntamiento de Llíria”.
Las quejas vecinales también se dirigen al tiempo transcurrido desde que se iniciaran las obras: “Se le dijo a los residentes que las obras se prolongarían durante 12 meses y ya llevamos 24, sin que se sepa cuándo acabará de urbanizarse esta zona”.
Además de las lluvias y los desperfectos ocasionados por las recientes lluvias, los vecinos también señalan que se han caído algunas vallas, hay agujeros en el asfalto y algunas tapas de alcantarilla han sido rotas por la propia maquinaria de la empresa encargada de urbanizar.