Ultima el libro de la saga protagonizada por la policía edetana Jessica Martí
Amparo Murgui (37 años) tiene ya bajo el brazo la segunda edición de ‘El pozo de los silencios’ (Samaruc), su primera novela, y entre manos la segunda parte ‘Los
Crímenes de la Marina Alta’ de lo que será una trilogía, en la que Llíria, su ciudad natal, va cobrando cada vez más protagonismo, ya que como ella, la protagonista, la joven policía Jessica Martí, es de la ciudad edetana, aunque destinada a la Marina Alta, escenario principal de los casos.
Aunque ahora vive en Valencia, donde imparte inglés en el colegio público Vicente Gaos, -antes lo hizo también en El Campés y Mas de Tous de la Pobla de Vallbona- mantiene los lazos familiares con la ciudad donde pasó “una infancia feliz a camino entre la casa de mis padres y la de mi abuela María. Allí el tiempo se paraba entre juegos, historias que hablaban del pasado, excursiones a la montaña donde nos convertíamos en detectives y visitas a la biblioteca”.
Mientras los niños de su edad leían cómics y novelas de aventuras “yo me escabullía a una de las salas donde en uno de los estantes descubrí a una autora que me abrió un nuevo mundo de palabras del que ya no pude escapar, Agatha Christie”.
En las lecturas obligadas en el colegio San Vicente y en el instituto Camp de Túria, añadió a clásicos como Edgar Allan Poe y a Arthur Conan Doyle y posteriormente a nuevos autores como: Camila Lackberg, Preston y Child o Mikel Santiago…a su biblioteca particular.
No fue hasta que recaló en Jávea, vía oposición, cuando una tarde de tormenta en Altea cuando surgieron hace nueve años las primeras líneas de ‘El pozo de los silencios’ que le acompañaron en su trabajo en Benitachell, en sus estudios en en Nueva York, en su voluntariado en Cracovia y en su viajes a Colombia, Costa Rica, Perú, la India, Tailandia. “Una vez instalada de nuevo en Valencia junto a mi pareja Sergio y nuestro labrador Argón empecé a retomar la novela, que tras muchas páginas había llegado a un punto estanco en el que solo volvía atrás. Me apunté a un Curso de Literatura en la Universidad y allí el profesor nos dio un consejo que tomé al pie de la letra: Cuando empecéis a escribir siempre seguid adelante, el tiempo de las correcciones vendrá después.”
‘El pozo de los silencios’ siguió avanzando hasta finalizarla definitivamente cuando estaba esperando a su hijo Adrián en el que la protagonista es de Llíria, que en la segunda parte pasa a ser escenario de la novela, con enclaves como San Vicente, aprovechando los viajes para ver a su familia.
Aunque muchos lectores han imaginado su adaptación a la pantalla, la autora asegura que “sería un privilegio, pero no es mi objetivo. Escribo porque me apasiona. Todas las horas que decido a la escritura es tiempo ganado, no perdido”.
Un tiempo en el que reconoce el apoyo fundamental de su “mis padres, mis suegros, mi pareja, mis amigas, mis compañeros de trabajo” en su primera novela y en una segunda en la que “noto la presión de cumplir con las expectativas” tras la buena acogida por parte del público. “Es una saga y en mi mente las ideas siguen, pero los lectores decidirán la continuidad. Ya tengo las primeras líneas de la tercera”.
Son los personajes los que le dicen por donde tienen que ir. “Tengo clara la línea la evolución de los personajes a nivel personal”, explica mientras que en para las investigaciones ha realizado cursos on line de criminología y consulta con biólogas, médicos, trabajadores de juzgados.
Por último, como receta para todos aquellos que viven la pasión por la escritura aconseja “seguir siempre hacia adelante. No volver atrás” y armarse de paciencia para recibir la respuesta de las editoriales.
La aparición de un cadáver en un pequeño pueblo de la costa alicantina, empieza a sacar a la luz, los secretos que intentan mantener ocultos aquellos que guardan relación con él.
La policia de Jávea deberá encajar, por una parte, la vida del fallecido y sus allegados; y por otra, de la gente del pueblo, encerrados en sí mismos y en sus costumbres.
La joven policía Jessica Martí, se encontrará siguiendo los dos caminos. Y entenderá que para resolver el crimen habrá que retroceder al pasado.