La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Camp de Túria ha logrado tras ocupar hoy la sucursal de Bankia en Llíria que la entidad bancaria acepte la dación en pago que pedía Paula, una madre soltera de 33 años con un hijo de 8 años, que iba a ser desahuciada el próximo 8 de enero.
P.G.
Tras un mañana angustiosa, Paula, una vecina de Llíria de 33 años con un hijo de 8 años, no pudo reprimir las lágrimas al mostrar el documento en el que Bankia aceptaba por fin la dación en pago de su vivienda poniendo fin a un auténtico calvario de tres años.
El final feliz ha llegado apenas unas semanas antes de que se cumpliera el desahucio, previsto para el próximo 8 de enero, fecha en la que se había establecido la subasta del piso por parte de la entidad bancaria.
El banco ha dado su brazo a torcer después de una larga mañana en la que medio centenar de miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Camp de Túria ocuparan la oficina de la calle San Vicent Ferrer, 28 para exigir la dación en pago para Paula.
Desde la plataforma han explicado a Inforturia.com que “desde Valencia no estaban dispuestos a ceder y solo ofrecían una quita de 60.000 euros que fueron asumidos por los padres de Paula que están como avalistas”. Una oferta que calificaron de “inasumible”.
“Al ver que no estábamos dispuestos a marcharnos, a las dos de la tarde desde la oficina de Valencia se ha comunicado que, vía fax, aceptaban la dación en pago y a los padres se les quita de avalistas a cambio del pago de 25.000 euros”.
Esta cantidad, según apuntan estas fuentes es “demasiado elevada”, parece que “será asumida por la familia y a través del negocio familiar” y el piso se lo quedará el banco.
Paula, aseguran desde la PAH de Camp de Túria, está feliz y se siente “muy agradecida” a la plataforma porque “se ha puesto fin a un sufrimiento” y el acuerdo supone un “descanso” para ella.
El calvario de Paula comenzó cuando empezó a no poder hacer frente al pago de las cuotas de la vivienda que adquirió a través de una hipoteca en el que sus padres figuraban como avalistas en el año 2006. En el 2009 se marcha a casa de sus padres y alquila la vivienda hasta que se queda vacía en el 2012 y se produce el primer impago.
A través de un comunicado, desde la plataforma explican que durante todo ese tiempo, Paula “ha pasado por un auténtico calvario, todo por tratar de pagarle a Bankia lo que no puede pagar. Tanto es así que se vio abocada a ejercer la prostitución durante dos semanas, pensando que no le quedaba más alternativa para solventar su deuda”.
El pasado mes de julio, según la plataforma, “tras enterarse de que preparábamos una acción reivindicativa por el caso de Paula, Bankia contactó con ella y le comunicó que la dación en pago le había sido concedida. Sin embargo, pasado el verano, Paula contacta de nuevo con Bankia, donde le informan de que han cambiado de idea, y le deniegan la prometida dación”.
En el comunicado denuncian que “durante todo este proceso la presión ha podido con la salud tanto física como mental de Paula, que ha sido diagnosticada de una enfermedad psiquiátrica severa, ha sufrido un aborto de embarazo de gemelos, y que trata de pelear día a día contra ideas suicidas”.
A pesar de que había una fuerte presencia de las fuerzas de seguridad, el acto de protesta, tanto en el interior de la sucursal, como en el exterior, se desarrolló sin ningún tipo de incidente.