La capital de Camp de Túria homenajea a los refugiados que han colaborado en el proyecto de memoria oral ‘Llíria en la memoria de la seua gent’
Eran sólo niños hace ahora 80 años. Había estallado la Guerra Civil y tuvieron que huir de Madrid, dejando atrás sus vidas y a sus familias. Algunos de ellos encontraron en Llíria, un lugar donde huir del foco del conflicto bélico. Ocho décadas más tarde mantienen vivos recuerdos y experiencias que contar para que no se repita.
El alcalde de Llíria, Manolo Civera, acompañado por concejales del equipo de gobierno, inauguró ayer una jornada en la que parte de los que fueron acogidos en la capital de Camp de Túria en 1936, acudieron acompañados de familiares y amigos. “Sabemos que muchos de ellos hicieron de nuestra ciudad, la suya propia y ahora forman parte de nuestra historia como pueblo”, apuntó el primer edil.
La escritora y documentalista Cristina Escrivá pronunció la conferencia ‘La solidaritat valenciana amb els refugiats: l’exemple de Llíria’ sobre cómo transcurrieron esos años en que las vidas de los protagonistas del día cambiaron para siempre.
Junto a Vicent Escrivá, el arqueólogo municipal y director del MALL, Cristina Escrivá presentó el proyecto de memoria oral ‘Llíria en la memoria de la seua gent’ en el que se recogen los testimonios de todos aquellos niños que hoy quieren compartir recuerdos que aún conservan para que no se pierdan con el paso del tiempo.
