La deportista de Llíria que aspiraba a su cuarta medalla consecutiva en unas paraolimpiadas cae en la lucha por el bronce
La judoca de Llíria Mónica Merenciano se ha quedado a una paso de conquistar su cuarta medalla olímpica consecutiva. La deportista edetana ha caído derrotada en la lucha por la medalla de bronce de menos de 57 kilos en los Juegos Paralímpicos de Río y ha conseguido un meritorio diploma olímpico que se suma a los bronces de Atenas, Pekín y Londres.
Mónica Merenciano se ha tenido que conformar con un meritorio diploma olímpico. La judoca de Llíria, que aspiraba a colgarse su cuarta medalla consecutiva en Río tras los bronces obtenidos en los Juegos Paralímpicos de Atenas, Pekín y Londres, ha caído derrotada en la lucha por el bronce ante la japonesa Junko Hirose en menos de 57 kilos.
La judoca edetana, de 32 años, ha llegado a la cita de Río tras un año marcado por las lesiones que le obligaron a pasar por el quirófano en tres ocasiones, dos para operarse del pie izquierdo y una del derecho.
La deportista de Llíria, que padece una deficiencia visual, a pesar de estas circunstancias llegó a Río con la ilusión por competir intacta y dispuesta a luchar, como mínimo, por su cuarta medalla de bronce. De ahí que no pudiera reprimir las lágrimas al caer por un ippon a falta de un minuto y medio del tiempo reglamentario.