Luis Benítez es otro de los técnicos debutantes en el CF Marines. Sencillo y humilde, enumera las dificultades a las que se ha tenido que enfrentar su equipo, el alevín, y se deshace en elogios hacia sus jugadores: “tienen un mérito enorme, han padecido mucho durante todo el año”. Se le ve satisfecho del trabajo de sus chavales y, aunque está dispuesto a continuar, señala con modestia que quizá otro entrenador podría ayudar a los chiquillos a mejorar aún más.
JGC
Tiene mucho mérito aguantar todo lo que han aguantado tus chavales, ¿no, Luis?
Te lo aseguro: el grado de implicación de los chiquillos ha sido admirable. Empezamos la Liga con sólo nueve jugadores… ¡y la han acabado los nueve! ¿Tú sabes lo que es eso? Han perdido muchos partidos, han recibido muchas goleadas… otros se hubieran ido cuando las cosas empezaran a ir mal. Pero éstos no: han estado aquí siempre, con una buena actitud.
Pero tuviste que marcar unas pautas…
Sí, fundamentalmente de tipo disciplinario: hay que ser puntuales en los horarios de entrenamiento, por ejemplo. O les enseñas que no es posible jugar partidos si no se acude a entrenar. Además, si te esfuerzas, logras hacer de los entrenamientos algo divertido. Al principio era: “Buf, ¿tenemos que correr?”. Ahora, al final era: “Míster, ¿cuántas vueltas damos al campo?”. En eso el cambio ha sido total.
¡Así da gusto hacerte cargo del equipo!
Imagínate… Ha habido momentos que me han llenado de orgullo. Hubo un partido, contra el Burjassot CF, en el que el árbitro nos obligó a jugar con el campo completamente encharcado: no paraba de llover, había barro… ¡y nosotros no podíamos hacer cambios! Los niños acabaron absolutamente exhaustos, pero yo no podía estar más satisfecho con su trabajo.
Otra dificultad añadida ha sido la de las edades de los jugadores…
Eso también ha sido clave: en estas edades ser de primer o de segundo año se nota un montón… ¡y nosotros teníamos a varios chiquillos que ni siquiera tenían la edad mínima! Eran más jóvenes que la mayoría de sus rivales… ya ves, otra dificultad que debíamos afrontar.
¿Qué has aprendido tú este año?
Mira, además de entrenador soy padre de uno de los chavales… y solía vivir muy intensamente los partidos. ¡Este año también, que quede claro! Pero me he dado cuenta de que hay que dejar disfrutar a los niños y no presionarles demasiado. Yo les decía: “Nanos, seguid mis instrucciones y tratad de jugar lo mejor que podáis, no os dejéis intimidar por los cometarios de la gente”. No es bueno marearles con demasiadas instrucciones, hay que ayudarles a mejorar pero sin pasarse… ellos quieren jugar y divertirse, fundamentalmente.
A pesar de todo, la experiencia para los chavales seguro que habrá servido para que mejoren…
Claro, este año han soportado muchas penas y han sabido digerirlas. El año que viene ya serán mayoría los que tienen las edades adecuadas para la categoría; además, si empiezan a sacar buenos resultados seguro que jugarán con más ilusión… pese a que ya tienen mucha.
¿Alguno de ellos te ha llamado la atención?
Pues la verdad es que sí. Hay alguno que puede acabar siendo un jugador muy válido en un futuro no muy lejano… hará falta que gente quizás más experimentada y preparada que yo les dedique tiempo… por suerte, aquí hay gente muy válida en ese aspecto…
Hombre, Luis, no digas eso… tienes que seguir con los chavales…
(Sonríe) Yo lo he pasado bien entrenando, todo depende de mis horarios. Si continúo intentaré ayudarles a mejorar poco a poco.