El Ayuntamiento de Náquera ha acordado con representantes de la Universitat Politècnica de València un acuerdo para explorar una serie de alternativas que permitan a dicho municipio adoptar medidas que fomenten el respeto por el Medio Ambiente, dándose también un nuevo impulso a la agricultura local.
José García
La UPV prestará apoyo técnico y asesoramiento a una serie de iniciativas que pretende llevar a la práctica el consistorio naquerano. Todas ellas tienen un punto en común: favorecer el empleo de técnicas que no impliquen un perjuicio en el Medio Ambiente y apostar por una formación en valores como la sostenibilidad y la recuperación de espacios para una agricultura biológica.
Desde el Departamento de Ecosistemas Agroforestales de la UPV se va a efectuar un estudio para evaluar el control de plagas que se efectúa, por parte del personal del propio consistorio. El encargado de supervisar el proceso será Rafael Laborda, profesor de protección de cultivos y control de plagas, quien determinará la idoneidad de alternativas al método de control que se emplea ahora: así, se apostará por la reducción en el uso de los plaguicidas y se optará por un control biológico (es decir, empleando otros seres vivos que se encargan de acabar con la plaga).
Del mismo modo, se analizarán las áreas agrícolas más cercanas al Parque Natural de la Sierra Calderona, evaluándose las características del suelo y planteándose propuestas encaminadas a lograr su recuperación, mantenimiento y adaptación a la normativa vigente. La idea es formar mejor al personal encargado de dichas tareas, determinándose las actuaciones que resultan más respetuosas con el Medio Ambiente.
Finalmente, se pretende sensibilizar a la sociedad naquerana en este tipo de actuaciones, al tiempo que se les integra en diversas actividades: una de ellas es el Huerto Escolar, en la que se forma a los más pequeños. También se pretende efectuar una serie de charlas que ayuden a agricultores y a propietarios de chalets y jardines privados a conocer los peligros del picudo rojo.
La última propuesta pretende establecer los mecanismos que permitan recuperar el cultivo de la uva, en su variedad de ‘moscatel’, ya que ésta siempre ha estado muy arraigada en la zona y se desea fomentar su producción, siguiendo unos criterios responsables y sostenibles.