Antonio Ropero (PSPV), alcalde de Olocau
A pesar del covid y de la subida de los materiales, ¿se están cumpliendo los plazos del nuevo colegio?
Vamos muy bien, con solo con ocho días de retraso según los planes. Apoyar la cultura y la educación es lo más importante y el nuevo colegio es la satisfacción más grande. Es la obra, y eso que hemos hecho muchas, más importante para mí. Ver a tus niños en un colegio del siglo XXI es una satisfacción enorme. Por eso todas las semanas subo, controlo las obras y sé que la empresa está haciendo un gran esfuerzo para cumplir los plazos pactados y se recuperarán esos días en los próximos meses.
¿El próximo curso los escolares abandonarán los barracones?
La intención es que empiecen en septiembre el curso escolar en el nuevo centro. Ese es el compromiso. Si por cualquier motivo no se pudiese, en cuanto estuviera listo pasarían porque todo el mobiliario es nuevo y no hay que hacer traslado.
El nuevo colegio duplica las plazas actuales, ¿podrán matricularse estudiantes de otros municipios?
Es un centro para 200 niños y creo va a estar lleno porque ya nos están demandando de muchos puntos de la comarca. No hay ningún colegio que pueda competir con estas instalaciones, por el espacio y por el trabajo que hacen los profesionales, porque el envoltorio puede ser muy bonito, pero si lo de dentro no funciona. Educación, educación y educación. Es lo más importante.
Este colegio, por el que ha peleado desde el primer día que llegó a la alcaldía, podría ser la guinda a 12 años en el cargo, ¿está dispuesto a continuar en 2023?
Mi intención es continuar. Ya se lo he transmitido a mis concejales. Primero lo hablé con mi familia. Me han dicho que si quiero seguir y me ven feliz y yo me veo con ganas, que adelante. Pero no por estar en el cargo, sino por los retos que tenemos por delante: ver la depuradora en marcha, las urbanizaciones finalizadas, el parque de bomberos. Al final esos retos te hacen seguir porque estas aplicando políticas a medio y largo plazo. Pensaba que con dos o tres legislaturas cualquier político ya estaba bien, pero me doy cuenta que no. Es imposible desarrollar los proyectos en ese tiempo.
¿Qué le pide a sus vecinos?
Lo único que quiero es tiempo, que nos dejen tiempo. La administración no va tan rápida. Lo que le pido a los vecinos es paciencia, que confíen en nosotros como lo ha hecho, que al final las cosas las sacamos adelante. No puedo solucionar los problemas de 40 años en un década. Pero ahí están el colegio, las urbanizaciones, el Puntal, la Casa de la Senyoría o la Torre Pardines. No hay nadie que diga que en Olocau que no se le ha tenido en cuenta y que se les está dando soluciones. O que ha tocado a la puerta y no ha sido escuchado y se le ha intentado dar solución. Si no hay solución tampoco podemos darla porque la ley la vamos a cumplir siempre.
Con la perspectiva de una década, ¿qué balance hace, como se ha transformado el pueblo desde el 2011?
No soy quién para decirlo, pero los números lo dicen. Había una deuda terrible y ahora tenemos superávit. Y la manera de gestionar y de ilusionar. El evitar el conflicto, el respeto a las maneras de pensar, eso también es importante y que la ciudadanía sea participativa. Vivir en Olocau es un privilegio de dioses. Por el entorno natural, patrimonial, por los servicios. Muy pocos municipios en la Comunitat Valenciana pueden prestar la calidad de vida que estamos prestando. También somos un pueblo tecnológico. Ahora un vecino puede alquilar las pistas de pádel con una aplicación desde el móvil, pagar, abrir la puerta, encender las luces con un código, tenemos control de visitantes el Puntal y en las rutas. Intentamos aplicar toda la tecnología que pueda ayudarnos a hacer la vida más fácil.
¿A pesar de que es un municipio pequeño en el que el covid se ha mantenido a raya, que impacto ha tenido la pandemia?
Los ayuntamientos, da igual el color, en la pandemia están haciendo una labor increíble. Hemos dado la cara día tras día ante los vecinos. Ha sido un trabajo intenso de todos, sobre todo de sanitarios, policía, protección civil, concejales, alcaldes. Hay que sentirse orgullosos de cómo estamos saliendo de esta crisis juntos. Sabemos hacer las cosas bien como la vacunación masiva, se ha apoyado a las empresas y autónomos, aunque toda ayuda siempre es poca. Creo que ha cambiado nuestra forma de enfocar la vida, nos ha hecho recapacitar sobre como afrontar los retos. Todos hemos pensado en casa, nos hemos replanteado cosas, dar importancia a lo que verdaderamente hay que dársela.
¿Qué actuaciones se van a llevar a cabo en este año que queda de legislatura?
Vamos a licitar el adoquinado del 25% del casco urbano, un aparcamiento público para los visitantes del Puntal, se va a eliminar la granja abandonada dentro de la recuperación del barranco para habilitar otra aparcamiento, adecuar el lavadero municipal e instalar tres nuevos puntos de recarga de vehículos eléctricos. También se va a poner en marcha un servicio de transporte con una furgoneta eléctrica. Este servicio servirá para unir más el casco urbano y las urbanizaciones y fortalecer ese vínculo porque da igual donde residas, al final somos todos vecinos.
A pesar del panorama idílico, no deja de reivindicar a otras administraciones deficiencias históricas.
Seguiremos exigiendo que se mejoren las infraestructuras de transporte en la comarca. Somos la comarca que más crece y en algunos municipios tenemos los mismos transportes que en el siglo XIX. No puede ser que tengamos un Hospital de Lliria y no poder ir un sábado ni un domingo porque no hay transporte público los fines de semana o que los turistas no puedan venir un fin de semana a la Calderona desde Valencia porque no hay transporte público. O creamos infraestructuras o nos veremos como con la depuración de aguas, con problemas de hace 40 años.
¿Y la depuradora, cuyo proyecto ya se ha presentado en qué punto está?
El proyecto es hacer una depuradora para Bétera, La Pobla de Vallbona, Serra y Olocau con la EPSAR. Vamos a ver cómo va tras el cambio de gerente y al mismo ir viendo el desarrollo de los PAIs con los vecinos.
¿A qué se debe el retraso del parque de Bomberos proyectado por la Generalitat, vital para el parque natural de la Calderona?
El proyecto iba a iniciarse las pasadas Navidades, pero hubo un problema con la licitación y en los próximos meses ya va a estar la licitación en marcha para ver si antes de final de verano se pudiera empezar.
Con el crecimiento de la población, ¿la falta de vivienda puede llegar a ser un problema?
La próxima legislatura vamos a intentar construir para los jóvenes vivienda pública desde el ayuntamiento para evitar que la gente que está arraigada se tenga que ir. Eso no tiene sentido.