La exposición itinerante sobre el Camino del Cid llega a Olocau. El jueves 11 de diciembre a las 19.00 horas se inaugurará la muestra en la Casa de la Senyoria donde permanecerá hasta el 25 de enero. Olocau forma parte de esta ruta como un ramal por su Castillo del Real.
P.G.
La exposición sobre el Camino del Cid coincide con el estreno de la nueva señalización de la ruta del Castillo del Real de Olocau que permite descurbrir a los cientos de visitantes que recorren este camino la historia de ese trayecto.
La muestra está compuesta por una treintena de paneles con fotografías que ilustran los puntos que conforman los tramos, anillos y ramales del recorrido que realizó el Cid con imágenes de particulares que ganaron las seis primeras ediciones del concurso fotográfico que organiza el consorcio Camino del Cid.
El fin de esta iniciativa es fomentar la creatividad plástica y dar a conocer al público en general la diversidad y riqueza histórica, cultural, etnográfica y paisajística del Camino del Cid a lo largo de las ocho provincias por las que discurre la ruta.
Los visitantes que se acerque a la Casa de la Senyoria de miércoles a domingo de 10 horas a 14 horas podrá disfrutar de un vídeo de unos 10 minutos de duración sobre la historia de esta emblemática ruta.
El alcalde de Olocau, Antonio Ropero, ha destacado que el equipo de gobierno “se vuelca con la cultura y las tradiciones de nuestro municipio”. “Trabajamos día a día para convertir a Olocau en referente del turismo en nuestra comarca y fuera de ella. Por eso acogemos esta exposición, para darle más valor aún si cabe a nuestras rutas, en especial a la Ruta del Castillo”.
Olocau está incluida en el Camino del Cid, como Ramal de Olocau, porque el Castillo del Real fue testigo de una batalla en la que intervino el Cid Campeador. Esta fortaleza en época musulmana, junto con los castillos de Chelva y Morvedre defendía por el norte la zona de Valencia de ataques de Aragón.
Entre las noticias de Ibn Alqama, contenidas en el resumen inserto en la compilación histórica de Ibn Idari, sobre la Valencia del siglo XI se registra el nombre del llamado ‘Hisn al-Uqab’, castillo al que el rey al-Qadir de Valencia envió parte de sus tesoros al parecer procedentes de su abuelo, al-Mamun, rey de la Taifa de Toledo.
La ‘historia Roderici’ se refiere al castillo al relatar como el Cid en busca de tesoros tras la muerte de al-Qadir se apoderó del ‘castrum que dicitur Olokabet’, considerándose como la fortaleza que fue atacada en primer lugar en la provincia de Valencia.
La ‘Crónica General’, en 1344, al tratar los mismos hechos, habla del envío del rey moro de Valencia de cargas de sus haberes ‘a un castillo que dicen Hoznohocab, que quiere decir castillo de Águila”.
La importancia del castillo se seguía manteniendo en el siglo XIII. Durante la campaña reconquistadora del rey Jaime I fue una de las últimas fortalezas en rendirse, tras lo cual pasó a poder cristiano. En el libro del Repartiment y en un documento de Jaime I de 1250 ya se presenta la forma de Olocau para denominar el castillo.