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El Ayuntamiento revierte a rústico el suelo de l’Horta de Baix donde se proyectaron 295 viviendas

Los propietarios de los terrenos de Olocau dejarán de pagar el IBI urbano y contribuirán como rústico

El Ayuntamiento de Olocau ha decidido revertir el suelo urbano de la partida de L’Horta de Baix a suelo rústico para eximir a los propietarios de los terrenos de seguir pagando el “boom inmobiliario”. La zona, donde se preveía la edificación de un máximo de 295 viviendas, ha pasado de tener 43.646 metros cuadrados urbanos a 12.692.

El consistorio de Olocau ha dado marcha atrás en el plan urbano, con la declaración de suelo rústico de la mayor parte de los terrenos de la partida de L’Horta de Baix. Esta decisión afectará al bolsillo de los dueños de los terrenos que dejarán de pagar el IBI urbano y pasarán a contribuir como suelo rústico.

El equipo de Gobierno ha justificado la medida en “la situación de crisis que se ha vivido en los últimos años” y considerar que “el boom inmobiliario no pueden seguir pagándolo los propietarios de ciertos terrenos del municipio”.

La partida de L’Horta de Baix ha pasado de tener 43.646 metros cuadrados urbanos a 12.692. Los propietario de los terrenos reclasificados, dejarán de pagar un IBI de carácter urbano y pasarán a abonar el de rústico.

La decisión está en el proceso de exposición pública y si en el periodo de 45 días no se presentan alegaciones, el plazo termina el próximo 1 de diciembre, se modificará el plan definitivamente.

El alcalde de Olocau, Antonio Ropero, ha explicado que “era injusto que los propietarios de esos terrenos pagaran por unas condiciones que sabíamos que no se podían llegar a hacer. El boom inmobiliario hizo convertir esos terrenos en rústicos, pero la realidad nos llevó a revertir la situación”.

El socialista ha recordado que “adquirimos el compromiso con los vecinos de transformar la calificación de sus terrenos a rústico para que no tuvieran que abonar cantidades de IBI urbana que no se correspondía con la realidad de sus espacios”.

“Desclasificando estos metros de suelo urbanizable y convirtiéndolo en no urbanizable estamos protegiendo además el medio ambiente. Los intereses urbanísticos se quedan a un lado cuando está en juego nuestro entorno y el cuidado de la naturaleza”, ha sentenciado.

El sector preveía la edificación de un máximo de 295 viviendas sobre 43.646 metros cuadrados. Tras la medida adoptada por el Ayuntamiento, fuentes municipales valoran que “a la vez que se vela por proteger el medio ambiente en este término se apuesta por un desarrollo sostenible, la regeneración del pueblo existente y un crecimiento propio de un núcleo urbano tradicional en un entorno agrario”.

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