La veterinaria Ana Ródenas, responsable de Naturia en Riba-roja de Túria aconseja cómo afrontar los meses más calusosos
La llegada del verano, con los habituales viajes de vacaciones y las altas temperaturas obliga a adoptar determinadas precauciones con los perros, que acusan especialmente el calor.
La veterinaria Ana Ródenas responsable de Naturia, en Riba-roja de Túria, ofrece cinco recomendaciones que debemos seguir para disfrutar del verano con nuestra mascota sin peligros.
Golpe de calor
Las altas temperaturas del verano son especialmente peligrosas para los perros porque no sudan y están expuestos a sufrir un golpe de calor que puede llegar a ser mortal. Por ello no se debe dejar nunca al animal dentro del coche, aunque sea con las ventanillas bajadas y a la sombra. Tampoco hay que sacarlos a pasear ni a correr por la calle entre las 12 mediodía y las seis de la tarde.
Viajes largos
En el caso de tener que realizar un viaje largo de vacaciones en coche, lo perros deben ir en un transportín o con sujeciones de seguridad y parar el vehículo en zonas adecuadas para realizar pequeños descansos. Si el viaje es en avión hay que ser previsores e informarse con antelación llamando a la compañía para ver si el animal puede viajar en la cabina o en la bodega y conocer la documentación y las vacunas que se exigirán en el país de destino. En ambos casos, el animal puede precisar si es muy nervioso algún tranquilizante y debe ir en ayunas.
Parásitos
En verano hay que tener cuidado especialmente con las pulgas, el mosquito de la leishmania y las garrapatas que pueden transmitir enfermedades graves. Es necesario utilizar repelentes en cualquiera de las formas que están disponibles como collares, pipetas o pastillas. También hay una vacuna frente a la leishmania y como estrategia preventiva se deben mantener las defensas competentes altas para que pueda hacer frente.
Baños en piscinas
Es conveniente que las piscinas cuenten con algún tipo de cerramiento ya que aunque los perros por instinto nadan muchas veces ocurre que en las piscinas que no tienen escaleras de obra los animales, sobre todo los más pequeños, acaban ahogándose por agotamiento.
Abandono
Pero el principal peligro portencial al que se enfrentan los perros con la llegada del verano es el de acabar en la calle. Hay que concienciar de la responsabilidad que es tener un animal. No se pueden abandonar. En verano los animales son abandonados porque molestan a la hora de emprender un viaje o marcharse de vacaciones. Es una gran irresponsabilidad.