Para que garantices un buen descanso, es imprescindible que tengas los implementos necesarios para ello. Un sueño reparador es la mejor manera de tener la energía suficiente para tener un día productivo y una vida llena de resultados.
Probablemente las pijamas son el atuendo que buscas al llegar a casa para relajarte. La idea es que sientas confort y liberación del día a día. Tanto para andar en casa como para dormir, se trata de una prenda con la que debes garantizar tu comodidad. Es importante que elijas una prenda que esté acorde a tus necesidades. Aquí están algunos consejos para que tengas en cuenta.
El tamaño
Bien sea que tu prenda sea un kimono o de otro tipo, debe tener la talla adecuada: ni ser demasiado holgada ni demasiado ajustada. Si es muy pequeña, claramente te ocasionará incomodidad, por lo que debes tener un talle que deje respirar tu piel y que te den libertad de movimiento. Si es muy grande para ti, no te dará la impresión de “abrazar tu piel” y no te dará la sensación que buscas, además que te descubrirá durante la noche.
La tela
El material de tu pijama va a depender en gran medida de la época del año en el que lo vayas a usar. Para prendas ligeras, el satén, la seda y el encaje son ideales. Podrás lucir sexy si así lo deseas.
Para las épocas de frío, la franela es la tela más recomendada. Los onesies son bastante buscados debido a sus diseños variados y que brindan la protección adecuada contra las bajas temperaturas. Son geniales para mantener el calor corporal. Lo más adecuado, claro está, es elegir pantalones y camisas de cortes largos para asegurar un buen abrigo; pueden venir en conjuntos o en prendas individuales. Para temperaturas extremas, la lama es ideal.
El algodón es genial para cualquier época del año, bien se trate de la prenda entera o combinada con otras telas.
Esos son algunos ejemplos de materiales con los que pueden encontrarse pijamas en el mercado, pero hay muchos más. Lo importante es saber si se busca una prenda para el frío o para el calor y saber si la tela es ideal para esa temperatura. Por supuesto, también hay mezclas y no es necesario tener una composición al 100%. Lo importante es evitar cualquier tela que sea demasiado rígida para no tener incomodidad alguna.
Las texturas rugosas, por más que puedan aportar algún diseño, lo más recomendable es que las evites, ya que pueden causarte incomodidades en la piel. Aunque no vayas a notarlas en un principio, cuando lleves mucho rato con la prenda lo sentirás. La idea es que solo sientas una tela cómoda, no algo que te ocasiones un roce innecesario. Si quieres algún diseño hecho en tela, que sea por la parte exterior y que no afecte a la parte interna de tu prenda.
El color
Aunque no lo creas, el color de tu ropa de dormir afecta a la calidad de tu sueño. Las tonalidades expresan unas u otras emociones, por lo que las prendas también serán parte de las sensaciones que vas a experimentar y que alterarán a tu descanso. Para los gustos, cada quien, pero los colores opacos, los pasteles y los oscuros serán los que te darán la relajación suficiente para dormir. Los tonos vibrantes y brillantes generarán un estímulo visual que te dificultará caer en un sueño tranquilo.
El diseño
De nuevo, los gustos son los que reinan aquí, pero de nuevo hay algunas recomendaciones que puedes tener en cuenta: es preferible que tengas piezas para cada ocasión. Hay varios tipos de modelos que te pueden servir para una temporada u otra. Además, dependiendo de lo que se te antoje en el momento, podrás elegir entre un pijama de pantalón largo o un body, por ejemplo.
Claro está, si es de tu preferencia sentirte con un toque picante, siempre puedes optar por dormir conlencería sexy. Puede servir para despertar una chispa con tu pareja y para darte seguridad y confianza en ti misma. Hay conjuntos completos o sujetadores y braguitas por separado, todo con el objetivo que elijas para que tengas una manera de sacar la mejor versión de ti misma. Puedes dormir con tu lencería y llevártela a la calle.