Cuidar todos los detalles al máximo para atraer a más comensales: ese es el principal objetivo de las empresas de hostelería en España. La aparición de cada vez más locales desde la pandemia ha hecho que los profesionales del sector tengan que afinar todos los elementos de su propuesta para mejorar la valoración de sus locales.
Uno de los puntos a los que prestar más atención es a la vajilla. Así lo explican desde Glassur, empresa de suministros de hostelería: «La vajilla forma parte de esos pequeños detalles que ayudan a diferenciarse de la competencia. Por este motivo, nos piden de forma cada vez más frecuente vajilla variada que combine con los distintos platos de la carta, y a poder ser con una huella de carbono menor».
Un plato no es solo los alimentos y la receta, sino el modo en el que se presentan. Y en este punto el menaje utilizado es clave para diferenciarse y ofrecer una experiencia única al cliente.
La elección de la vajilla: adaptarse al negocio
Lo primero que hay que entender es que la elección de la vajilla no puede ser aleatoria. Los platos, vasos, fuentes, etc. deben responder al concepto del restaurante, explican desde la empresa productora.
Dicho de otro modo: si lo que se busca es ofrecer un menú degustación de alta cocina, habrá que apostar por platos llenos de identidad, únicos y originales. Sin embargo, si el negocio se basa en un menú del día económico y para todos los gustos, siempre será más interesante elegir vajilla sencilla, que demuestra honestidad y economía.
A estos valores hay que sumar el hecho de que sea cómoda, fácil de limpiar, resistente y, sobre todo, ajustada en precio al tipo de negocio que se tiene.
La conciencia ambiental
Solo hay que mirar a proyectos como la Guía Michelín o la Repsol para darse cuenta de un elemento que ha entrado al juego en los últimos años: la sostenibilidad. Los clientes son cada vez más responsables con su huella ecológica e integran este propósito en todas las elecciones que realizan día a día.
Esto también se extiende al tiempo de ocio y, por supuesto, a la elección de los restaurantes. Aquellos negocios de hostelería que apuestan por la sostenibilidad son los más elegidos por las nuevas generaciones. Por eso, contar con una vajilla elaborada por productores que trabajan bajo los valores de la sostenibilidad es otro de los ingredientes del éxito.
Adaptación a cada plato
La experiencia de comer en un restaurante es un “todo” que incluye lo que el comensal siente cuando el plato llega a la mesa. Y esto se requiere tanto en los mesones de toda la vida como en los restaurantes de alta gastronomía, obviamente cada uno de ellos adaptado a su nivel.
Los platos deben combinar con la receta, formar parte de la presentación, elevar la calidad visual de la preparación. Esto se logra con una vajilla variada, de excelente diseño y alto nivel de higiene. Un catálogo como el de Glassur ofrece todo esto a los profesionales de la hostelería que quieren dar un toque de identidad a sus negocios a buen precio y sin prescindir de la calidad y la producción responsable.