Sólo desde un conocimiento fundamentado en la especialización y la experiencia de sus profesionales se pueden conocer las necesidades de las personas mayores. En las Residencias Savia del Camp de Túria (ubicadas en Llíria y San Antonio de Benagéber) y la Hoya de Buñol (Cheste) cuentan con un grupo humano que posee una formación tan amplia y variada como requiere el colectivo de la Tercera Edad. La dietista y nutricionista Andrea Gil explica cómo y por qué deben consumir los mayores algunos alimentos, así como la forma en que deben presentarse para que resulten más beneficiosos para cada persona.
La alimentación es importante en todas las etapas de la vida, pero más si cabe en la tercera edad. De llevar una ali- mentación equilibrada y suficiente depende la calidad de vida de la que vayan a disfrutar nuestros mayores y del buen control de su estado de salud (ayudándonos los problemas derivados de padecer casos de diabetes, hipertensión, cardiopatía, etc.). Con la edad, los sentidos que intervienen en la alimentación cambian: pérdida de olfato, falta de saliva, dificultad para masticar… Esta etapa de la vida suele estar acompañada, del mismo modo, por una pérdida de apetito y de interés por la comida.
Por ello, es muy importante adaptar al máximo el menú a las características de cada persona mayor, para asegurarnos que en su alimentación no falte ningún nutriente esencial. Debemos tener en cuenta que la alimentación debe aportarle a cada persona la energía suficiente (5-6 comidas al día), con una dieta que incluya proteínas de buena calidad y fáciles de digerir (como es el caso del huevo, la carne magra o el pescado); con una alimentación que posea un adecuado aporte de calcio (que nos lo propiciará el consumo de leche, queso, yogures); y con una hidratación adecuada (debiendo agua, zumos, gelatinas, etc.).
Todo este tipo de alimentos nos van a permitir que las personas mayores disfrute al máximo de todo su potencial para llevar a cabo sus actividad cotidianas y de ocio. En nuestros centros disponemos de un Dietista que se encarga de velar por la idoneidad de los menús y también asume la tarea de realizar seguimiento personalizado a los residentes que presenten algún riesgo nutricional.
No podemos olvidar que comer es uno de los placeres de la vida, y tan importante es qué comer como el modo en que se cocina y se presentan los platos. Ciertos alimentos sanos y nutritivos deben cocinarse para que gusten a cualquier paladar.
Adaptar el menú a los gustos de la persona mayor, incluyendo platos tradicionales y cocinándolos con esmero es clave para conseguir una buena aceptación por parte del residente, lo que al final se traducirá en un mejor estado de salud.
Andrea Gil
Dietista-Nutricionista