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Riba-roja de Túria se suma a la lista de poblaciones que se están viendo cercadas por el avance de las llamas y la proliferación de los incendios en distintas comarcas de la provincia de Valencia y, muy singularmente, en Los Serranos y el Camp de Túria. Varias zonas de la localidad se han convertido en focos de incendios y la sospecha de que todo se debe a la actuación de un pirómano toma consistencia.
Pau Tineo
La jornada está siendo rica en sobresaltos y en proliferación de malas noticias: cuando parece que se estabilizan los focos en algunos municipios afectados por los incendios que se iniciaron en Chulilla, llegan nuevas informaciones que alertan de nuevas llamas que ponn en peligro la vida de vecinos de otras propiedades, así como sus propiedades y la persistencia del ecosistema provincial.
Las últimas noticias negativas han llegado desde Riba-roja de Túria, en donde se han ido sucediendo los focos de incendios: primero se tuvo constancia de uno que afectaba a varias urbanizaciones del municipio, en dirección a Manises. Su proximidad con el colegio Maria de Iciar ha obligado a los dirigentes locales a autorizar el desalo de alumnos y docentes de este centro de enseñanza, así como de los habitantes de algunas viviendas dispersas que se encontraban por la zona.
Desde el Consorcio de Bomberos de Valencia se han movilizado a la zona 3 bombas urbanas y dos bombas nodrizas de Paterna, l’Eliana y Torrent, así como 3 brigadas y 3 autobombas forestales y 2 brigadas de Imelsa; además, desde el aeropuerto de Manises se ha enviado una nave nodriza, con capacidad para desplazar 10.000 litros.
Sin embargo, lo peor estaba por llegar. Cuando parecía que se había controlado este incendio, se han ido teniendo noticias de la aparición de llamas en la Urbanización Carasols y en Porxinos, que deben añadirse a los ya registrados en Valencia La Vella: es precisamente esta proliferación de incendios, en puntos tan diferenciados de la población, la que hace concebir que todo se debe a la actuación premeditada de alguna persona (o personas) que esté actuando con una úniva motivación: la de causar un daño irreparable al medio ambiente del municipio, haciendo arder diversos espacios naturales de la población y poniendo en peligro la vida de personas.