Aumenta la tensión en el consistorio de Riba-roja de Túria: la decisión adoptada por los representantes del PSOE (de encerrarse en el Ayuntamiento del municipio, durante 24 horas, para reclamar las inversiones que permitan poner en marcha el Metro en el municipio) ha disgustado a los dirigentes municipales (del PP), quienes han calificado esa actuación como “una acción partidista con afán de protagonismo”.
José García
El problema de la llegada del metro a Riba-roja se sigue prolongando y, lejos de avistarse una solución, las autoridades autonómicas han reclamado “paciencia” a los habitantes del municipio; las últimas promesas efectuadas desde el Consell no han sido demasiado convincentes para algunas formaciones políticas del municipio y la postura unitaria que se venía manteniendo en los últimos tiempos ha acabo quebrándose. El encierro del PSOE ha sido una acción más dentro de un conflicto que se ha deteriorado de forma continua, ante el incumplimiento de promesas y la delicada situación económica de nuestra autonomía.
Antecedentes y primeros plazos
Para comprender el sentir del municipio debe comenzarse por el principio. Desde el gobierno de la Generalitat Valenciana se planteó al municipio de Riba-roja de Túria la idoneidad de sustituir el antiguo servicio ferroviario (que venía prestando su servicio desde casi un siglo) por un nuevo metro, a través de la línea 5, que iba a comunicar esta localidad del Camp de Túria con la vecina población de Manises (en donde se encuentra el aeropuerto de Valencia), así como con la propia capital de la provincia.
El entonces alcalde, Francisco Tarazona, que actualmente se mantiene en su cargo, aceptó la propuesta tras habérsele prometido que el proyecto (con una longitud total de casi 9,5 kilómetros y un coste de unos 40 millones de euros) ofrecería su servicio en 2008 al casco urbano y también a las zonas de La Cova, La Presa y Masía de Traver.
El problema es que la renuncia al tradicional ‘trenet’ (cuyo último viaje se produjo el pasado 31 de marzo de 2005) implicaría dejar de disponer de un servicio de transporte fundamental para los vecinos de Riba-roja durante tres años. La promesa de un mejor servicio, por parte del Consell, acabó convenciendo al también popular Tarazona.
Sin embargo, llegó el año 2008 y el metro no ofrecía sus servicios a los vecinos de Riba-roja. Desde el gobierno de la Generalitat Valenciana se han ido ofreciendo nuevos plazos que se han venico incumpliendo. El último lo ofreció (en marzo de 2011) el conseller de Infraestructuras y Transporte, Mario Flores, quien aseguró que el metro estaría “a finales de 2011 o a principios de 2012”. Sin embargo, tampoco se han cumplido esas previsiones.
Plataforma ‘Metro a Riba-roja ja!’
Las autoridades locales y las autonómicas coinciden a la hora de señalar que el ‘grueso’ de la inversión ya se ha efectuado y que el proyecto está ejecutado “en un 95%”. Según afirman todas ellas, faltan por invertir unos 8 millones de euros “para pagar la catenaria y la señalización”. La inversión necesaria llegaría a través de fondos obtenidos a partir de “una colaboración público-privada”, según señalaba Flores. Pero tampoco se ha cumplido con ese compromiso.
El malestar creciente de los habitantes de Riba-roja, que no pueden disfrutar del nuevo servicio que se les había prometido y que también han tenido que renunciar a aquel del que disponían desde hacía tanto tiempo motivó que representantes de distintas formaciones políticas locales, miembros de los principales sindicatos y vecinos de la población se agruparan en torno a una plataforma ciudadana (llamada ‘Metro a Riba-roja ja!) que quería constituirse como un grupo que personificara las reivindicaciones locales y mantuviera reuniones con los representantes autonómicos, con el fin de agilizar los trámites para que el metro reciba la inversión necesaria para poder finalizar el proyecto y prestar su servicio.
Las promesas de la consellera Bonig
A lo largo de los años que han ido pasando, sin que el metro se pusiera en marcha en Riba-roja, tanto los representantes de la plataforma ‘Metro a Riba-roja ja!’ como los partidos de la oposición y el mismo equipo de gobierno (del PP) han venido manteniendo reuniones con autoridades autonómicas y han acometido ‘acciones de presión’ que pudieran contribuir a generar una respuesta más efectiva por parte del Consell. De hecho, el propio Francisco Tarazona mantuvo una reunión (el pasado 23 de agosto) con la actual consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig, para transmitirle que “no admitía más demoras en este proyecto”. Bonig se mostró receptiva, pero todo ha quedado en buenas intenciones… vistos los resultados.
El pasado 30 de octubre, gracias a las gestiones de la plataforma ‘Metro a Riba-roja ja!’, Isabel Bonig acudió al Salón de Plenos del Ayuntamiento de Riba-roja junto con varios representantes de la Conselleria de Infraestructuras y Trasnporte y el alcalde riba-rojero, Francisco Tarazona, para explicar a los miembros de la plataforma en qué estado se encuentra el proyecto de la línea 5 de metro, a su paso por Riba-roja.
La consellera manifestó que había acudido a este encuentro “para dar la cara” y admitió que la Generalitat Valenciana “ha fallado” a los vecinos de Riba-roja, al tiempo que admitía que las reivindicaciones de sus habitantes “son justas”. Añadía a esto que este proyecto, con todo, “es una prioridad para el Consell”.
Cuando se le inquirió a la consellera por posibles plazos para determinar la llegada del servicio de metro a Riba-roja, admitió que “seguramente no será en 2013”, pero se comprometió a dotar de este transporte a la localidad “antes de que finalice la actual legislatura”. También se le preguntó por la situación económica del Consell y sobre las inversiones que se iban a efectuar por parte del gobierno autonómico, reflejadas en el presupuesto de 2013: a este respecto señaló Bonig que no se prevén inversiones y que el Consell destinará sus recursos a pagar los proyectos que ya se están ejecutando.
El encierro del PSOE y la respuesta del PP
El pasado 5 de noviembre se celebró un Pleno Ordinario en el Ayuntamiento de Riba-roja, en el que se aprobó conjuntamente una moción que solicitaba, entre otros puntos, “una enmienda a los presupuestos de la Generalitat Valenciana en el sentido de que se incorpore a los mismos, la partida presupuestaria necesaria para la finalización de las obras de la Línea 5 del metro Manises – Riba-roja”.
Sin embargo, cuando finalizó dicho Pleno, los representantes del PSOE hicieron saber que iban a iniciar un encierro en el Ayuntamiento de la localidad, “para exigir a la Conselleria de Infraestructuras que incluya en el presupuesto para 2013 la partida correspondiente para que el metro pueda llegar hasta esta localidad”.
Desde el equipo de gobierno, del PP, se ha acogido de forma negativa una actuación que consideran “partidista” y recuerdan que la propia moción que se acababa de aprobar “surgió a propuesta de la plataforma ciudadana ‘Metro a Riba-roja ja!’, de la que formamos parte todos los grupos políticos dl municipio y que siempre ha asegurado estar al margen de la politización”.
Añaden a esto, desde el PP local, que “esta acto no ha sido espontáneo, sino planificado, y que constituye una ruptura del compromiso que habían adquirido todas la formaciones políticas que forman parte de la plataforma ciudadana”. Por otro lado, el alcalde riba-rojero ha insistido en los últimos meses en una idea: “Nadie puede decir que desee más que yo la llega del metro a nuestra población y nadie puede decir que haya peleado más que yo por conseguirlo”.
Desde el PSOE, por su parte, se admite que esta actuación sigue una lógica política: “Evidentemente es una decisión política, pero no gratuita: la hemos adoptado porque la consellera Bonig nos dijo que la Generalitat Valenciana no iba a invertir dinero en nuevas infraestructuras hace unos días y hemos comprobado, revisando el proyecto de presupuestos del Consell para el año 2013 que se van a destinar unos 44 millones de euros a distintos proyectos en las provincias de Valencia, Alicante y Castellón”.
Según asegura el portavoz socialista en Riba-roja, Robert Raga, “apoyamos todas las iniciativas de la plataforma ‘Metro a Riba-roja ja!’, pero consideramos que debemos aportar nuevas actuaciones como PSOE de Riba-roja y por ello hemos llevado a cabo este encierro: se nos dice que Riba-roja es una prioridad, pero se demuestra con hechos que eso no es cierto y llega un momento en el que hay que decir basta y tomar medidas que sirvan para lograr las prioridades para nuestros vecinos”.
“Entendemos el actual contexto económico, pero no aceptamos que se nos convierta en ciudadanos de segunda. Quizá no puedan invertirse ahora los 8 millones de euros, pero sí puede invertirse una parte de esa cantidad y para lograrlo vamos a luchar. El alcalde de Riba-roja prometió que en la legislatura 2007-2011 tendríamos metro y no se cumplió ese compromiso; luego nos dijo que lo tendríamos en 2011 o en 2012, y se ha visto que eso tampoco se va a cumplir. El PSOE quiere reivindicar lo que Riba-roja merece y lleva mucho tiempo esperando, y también creemos que Tarazona debe asumir sus responsabilidades, al no haber logrado aquello que ha prometido de forma reiterada”.