El PSPV de Riba-roja de Túria ha denunciado que el mantenimiento del actual PAI de Porxinos reportará unos beneficios a sus promotores de 486 millones de euros gracias a la construcción de los 2.700 chalés y un campo de golf. Los socialistas de de la comarca defienden el proyecto de la ciudad deportiva del Valencia CF, pero sin las viviendas de lujo.
P.G.
El proyecto urbanístico está a expensas de una sentencia del Tribunal Supremo que deberá certificar si el PAI de Porxinos se desestima definitivamente o continúa adelante con los parámetros técnicos iniciales tras la denuncia de los grupos ecologistas al entender que no prevé suficientes recursos hídricos para abastecer la demanda de las 2.700 viviendas y el campo de golf, además de tratarse de un suelo agrícola protegido.
El portavoz del PSPV, Robert Raga, ha calificado de “pelotazo” el contenido del plan de Porxinos “con el único objetivo de favorecer los intereses económicos de las entidades bancarias propietarias de los terrenos sobre los que está previstas las viviendas y sin tender la mano al diálogo y la negociación con el resto de partidos y grupos ecologistas para que se pueda reconducir la situación hacia un plan económicamente viable y ambientalmente sostenible”.
Con las premisas actuales, según el candidato socialista a la alcaldía de Riba-roja de Túria, el plan “tiene pocos visos de salir adelante porque la justicia ha sido muy clara hasta ahora”.
El PSPV considera que los 600.000 metros cuadrados de terrenos de Porxinos en Riba-roja -ahora en manos de los bancos- que en su día compró una inmobiliaria a la empresa creada por el Valencia y que le costaron 140 millones de euros se han devaluado un 40%, lo que sitúa su valor en 86 millones.
Por este motivo, según los socialistas, el equipo de gobierno del PP tiene interés en redactar un plan alternativo para que los propietarios no resulten perjudicados ante un eventual fallo en contra del Supremo.
El grupo socialista de Riba-roja denuncia un nexo de “intereses económicos” forjado entre los ex presidentes del Valencia, el ayuntamiento y las entidades financieras propietarias de los terrenos que impide a los vecinos “ser los grandes beneficiados de este plan ya que en juego están todos los millones que cada una de las partes deberían desembolsar en caso de un fallo en contra de la justicia; el Ayuntamiento debería devolver 20 millones al Valencia y éste a su vez 180 millones a los bancos porque la venta del suelo estaba supeditada a su consideración como urbanos”.
El PSPV considera que un fallo en contra supondrá “un varapalo en toda regla” para los tres “instigadores” del proyecto: el alcalde de Riba-roja, Francisco Tarazona, el ex conseller Rafael Blasco y el ex presidente del Valencia, Juan Soler.
Por ello, reclama al equipo de gobierno “reconducir la situación de este programa para que se pueda hacer la ciudad deportiva pero respetando el entorno y excluyendo la construcción de 2.700 viviendas en un entorno único”.
Raga ha recordado que mientras Tarazona trata de salvar el “pellejo” a los bancos “hay decenas de vecinos que tienen terrenos en Porxinos que no han podido hacer frente al pago de la denominada cuota cero y se han visto embargados por el ayuntamiento sin compasión ni miramiento; es una barbaridad que para favorecer a los bancos el ayuntamiento tenga que mantener las 2.700 viviendas, ya que más allá de la ciudad deportiva lo que le interesa al consistorio son los chalés”.