Alrededor de un millar de corredores han participado en la VII San Silvestre de Riba-roja de Túria que han aportado más de 500 kilos de alimentos para las familias más necesitadas del municipio y un total de 800 euros que irán destinados a la Asociación de Diversidad Funcional.
P.G.
Las calles de Riba-roja de Túria han vivido, con la llegada de la Navidad, una nueva edición de la carrera más divertida y solidaria del año, la VIII San Silvestre con salida y meta, esta vez en el casco antiguo del municipio.
Un millar de personas se concentraron en la Plaza del Ayuntamiento con el fin de participar en la carrera organizada por el Club de Atletismo Ribapeu con la colaboración de la concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Riba-roja de Túria.
En la recogida de los dorsales, los atletas y vecinos participantes más solidarios aportaron un euro, que iba destinado para ayudar a las familias de la Asociación de Diversidad Funcional de Riba-roja de Túria, que recibió un total de 800 euros.
Otros corredores llegaron con alimentos no perecederos hasta sumar más de 500 kilos de comida que se repartirán entre las familias más necesitas del municipio de Camp de Túria.
Todos los participantes recorrieron un nuevo circuito de cuatro kilómetros pasando por la Avenida de la Paz y el casco antiguo de Riba-roja y donde el speaker Tony Gil no dejó de animar con la música de DJ Furri.
Al finalizar, los componentes del Club Ribapeu repartieron a los más pequeños una bolsa de corredor, y las Amas de Casa Tyrius ofrecieron a todos los corredores una merienda a base de chocolate y cocas de llanda.
La San Silvestre, que ha cumplido ocho años y que empezó a celebrarse en el municipio gracias al atleta Kike Moret, también se ha popularizado por ser una carrera muy divertida, donde abundan disfraces muy originales de grupos, por parejas o individuales.
La carrera finalizó premiando a los mejores disfrazados como Obélix, el hombre enjaulado o la mujer en la vespa y los grupos formados por RibaDis y los pitufos del Club de Atletismo de la Pobla de Vallbona.
Además, los participantes entraron en un sorteo de regalos de entre distintos comercios del municipio, entre los que había una camiseta firmada por la plantilla del Valencia CF y dos camisetas y un balón de baloncesto firmado por el Valencia Basket Club.
