El alcalde de Riba-roja de Túria (Francisco Tarazona) se ha mostrado exultante en la jornada que ha servido para darle la bienvenida a la línea de metro que conecta dicho municipio con Manises y la ciudad de Valencia. El presidente de la Generalitat Valenciana (Alberto Fabra) y la Consellera de Infraestructuras (Isabel Bonig) han acompañado a Tarazona en el acto. También han estado presentes diversos colectivos que han mostrado su malestar y una visión menos positiva respecto a la actual situación.
En el acto inaugural de hoy se ha explicado que dicho municipio cuenta con cuatro paradas (La Cova, La Presa, Masía de Traver y Riba-roja de Túria) y que se espera que sean 480.000 los usuarios que se beneficien de este servicio cada año. Para hacer de este proyecto una realidad se han invertido 46 millones de euros, y va a permitir a los viajeros llegar de Riba-roja a Valencia en poco más de 30 minutos.
A lo largo de la presentación han sido constantes los silbidos y gritos de reprobación de colectivos descontentos con la situación que ha envuelto al proyecto del Metro de Riba-roja de Túria, interrumpiendo los discursos de las autoridades políticas presentes. Al acabar su intervención, Fabra ha invitado a los presentes a desplazarse a “la mascletà de Valencia”, entregándose billetes de ida-vuelta gratuitos entre los que han deseado viajar en metro.
“Cumplimos el compromiso”
El alcalde de Riba-roja ha señalado que la jornada de hoy “es histórica, porque nuestro municipio ya cuenta con una línea de Metro que nos une con Valencia en poco más de 30 minutos. Yo comprendo las críticas que hemos recibido, yo entiendo los gritos y los pitos, pero no necesitamos que nadie nos diga cómo debemos pelear por los intereses de los vecinos de Riba-roja. Yo también quería que el metro hubiera llegado hace 4 años, pero la situación económica del país lo impedía”.
“El compromiso político de la consellera Isabel Bonig ha sido clave para cumplir los plazos marcados, y hoy podemos decir que hay metro en Riba-roja de Túria. Y no por ello vamos a dejar de reivindicar que el metro llegue a Vilamarxant o a Llíria, porque también yo lo deseo y vamos a trabajar porque así sea. Y también estamos trabajando para que llegue un apeadero a la zona de Valencia La Vella, y por eso hemos aportado ya 100.000 euros para iniciar los trabajos, y la consellera Bonig ha aprobado ese proyecto, que será una realidad”, ha asegurado Tarazona.
Alberto Fabra se ha mostrado comedido y sólo ha incidido en que “existía un compromiso para dotar a los vecinos de Riba-roja de un servicio de metro de calidad, totalmente adaptado para las personas con movilidad reducida y que acerca a los vecinos a la capital de la provincia en apenas 30 minutos. Así que podemos sentirnos orgullosos, y decir que cumplimos el compromiso en un momento en el que no existen grandes partidas presupuestarias”.
Críticas de PSOE, vecinos y CC.OO.
El portavoz del PSOE en Riba-roja de Túria, Robert Raga, ha hablado para InfoTúria y ha dividido su intervención en dos partes. En la primera, se ha mostrado “satisfecho”, ya que la llegada del metro “Es una buena noticia. Era una reivindicación histórica y por fin es una realidad. Eso es bueno y así lo expresamos”.
Sin embargo, Raga no ha escatimado críticas en la segunda parte de su intervención: “La llegada del metro, que es positiva, no oculta algunos aspectos negativos que debemos manifestar: tenemos un servicio que es peor que el que tuvimos durante 125 años. El antiguo ‘trenet’ unía el centro de Riba-roja con el centro de Valencia, mientras que ahora tenemos un metro que está bastante lejos del centro del pueblo, y que tampoco da respuesta a las reivindicaciones de los vecinos de Valencia La Vella. Así que, tras más de 8 años de espera, tenemos un servicio peor del que tuvimos y que tanto nos gustaba y, si nos comparamos con vecinos como los de Quart o Manises (que disfrutan de un metro subterráneo desde el 2007), se nos ha tratado a los riba-rojeros como ciudadanos de tercera”.
Raga también ha mostrado su “solidaridad” con los vecinos de Valencia La Vella y los trabajadores de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) “que han acudido a esta jornada a expresar su opinión, y a quienes se les ha impedido acercarse a los políticos para transmitirles sus quejas y reivindicaciones”.
Desde la Urbanización de Valencia La Vella también se ha levantado las voces contra lo que definen como una “promesa incumplida”. Este colectivo asegura que “hemos efectuado ya cuatro actos de recogida de firmas para exigirle a la Conselleria de Infraestructuras de la Generalitat Valenciana que dote de forma inminente a nuestra urbanización de un apeadero. En l’Eliana hay una parada o apeadero cada 800 metros, mientras que en Riba-roja la media es de una cada 2.400 metros”.
Entre estos colectivos estaban los trabajadores de FGV, que reclamaban a los dirigentes de dicha empresa “la posibilidad de negociar un convenio colectivo, algo a lo que se niegan la empresa. Hemos sufrido un ERE que ha despedido a 310 personas, hemos sufrido 2 bajadas de sueldo de hasta un 15% y la pérdida de una paga extraordinaria, y siguen cerrándose en banda siquiera a negociar con nosotros un método para ayudarnos a superar la pérdida de poder adquisitivo que llevamos sufriendo desde hace 5 años”.
