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Los alumnos del colegio Camp de Túria soportan hasta 33 grados en las aulas

El centro construido en Riba-roja de Túria por Ciegsa en 2007 carece de aire acondicionado y zonas de sombra en el patio

Las aulas del colegio público Camp de Túria construido en 2007 por Ciegsa en Riba-roja de Túria han alcanzado los 33 grados de temperatura en el último trimestre de curso. El equipo de gobierno – PSPV, Compromís y EU- ha denunciado las altas temperaturas que han tenido que soportar los alumnos en los meses de abril y mayo y ha solicitado a la Conselleria de Educación la instalación de aparatos de aire acondicionado.

La dirección el centro público y los padres y las madres de los alumnos del CEIP Camp de Túria llevan años advirtiendo al Ayuntamiento de Riba-roja de los problemas que afectan a las instalaciones “sin que desde entonces se haya tomado ninguna medida”.  

La ausencia de un sistema de refrigeración en las aulas provoca elevadas temperaturas en su interior hasta alcanzar en los meses de abril y mayo los 33 grados, “muy por encima de  las recomendaciones de los médicos de que las temperaturas no rebasen en ningún caso los 27 grados”.

Un registro de las temperaturas realizados en las aulas de Infantil y Primaria del colegio público constatan el “peligro” que sufren a diario buena parte de los alumnos por la ausencia de aires acondicionados a pesar de que estas instalaciones construidas por Ciegsa se inauguraron en el año 2007, con un coste de 4 millones de euros.

El estudio elaborado durante los pasados meses de abril y mayo revela, además, otras deficiencias como la ausencia de zonas de sombra en el patio donde se alcanzaron los 42 y 43 grados del mes de mayo o los 44 registrados a las tres de la tarde del mismo mes.

El aula de música y el gimnasio son otras de las estancias donde las altas temperaturas se notan con mayor intensidad y donde se alcanzaron los 28 y 29 grados.

El equipo de gobierno de Riba-roja ha lamentado la política educativa que llevó a cabo el PP al frente de la Generalitat y del Ayuntamiento ya que durante más de 10 años los alumnos de este colegio tuvieron que asistir a clase en barracones “incómodos e inadecuados” hasta que entró en funcionamiento el actual centro en 2007.    

El consistorio ha anunciado que exigirá a la conselleria la instalación de aires acondicionados en el interior de las aulas y se ha comprometido a iniciar un proyecto para crear zonas de sombra en el patio.  

El concejal de Educación, Miquel Castillo, ha lamentado que los alumnos “ahora deben sufrir en primera persona el derroche, el despilfarro y los sobrecostes de una empresa pública creada, principalmente, para el expolio de las arcas públicas”.    
    

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