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Comienzan las obras de reparación de la piscina de la Mallà

El Ayuntamiento de Riba-roja de Túria invertirá 475.000 euros a los cuatro años de inaugurar las instalaciones

El Ayuntamiento de Riba-roja de Túria ha iniciado las obras de reparación y acondicionamiento de la piscina cubierta de la Mallà tras hallar múltiples desperfectos, roturas y deficiencias en unas instalaciones públicas inauguradas en 2013. El presupuesto ronda los 475.000 euros con cargo a las arcas municipales.

Las obras de mejora de la primera fase que se están acometiendo en la Mallà están valoradas en 120.000 euros incluyen el cambio del panel de la piscina al hallarse el material con presencia de moho y suciedad -3.000 euros-; el cambio de suelo y revestimento de las paredes del gimnasio -15.500 euros-; una dehumectadora -60.000 euros- y un acumulador -20.000 euros-; el rejuntado del suelo de la zona de la piscina -3.000 euros-; captadores solares para aprovechar la energía y calentar el agua de la piscina -5.000 euros-; y, por último, la compra de una caldera -12.000 euros-.

En una segunda fase está prevista una inversión que superará los 355.000 euros para llevar a cabo son las modificaciones de la descalcificadora que son necesarias realizar tras una visita de la Conselleria de Sanidad y que alcanzan los 5.000 euros, el acondicionamiento de la zona de los padres y un acceso directo desde las instalaciones con un coste de 150.000 euros. Por último se realizarán los cambios en los vestuarios para mejorar el servicio y ofrecer cabinas individuales de duchas con un coste de 200.000 euros.
 
El gobierno de Riba-roja ha lamentado el escaso periodo de tiempo transcurrido entre la inauguración de las instalaciones y las obras de reparación que se han tenido que llevar a cabo para ofrecer un servicio “digno” a los usuarios.

Desde el consistorio han recordado que las obras de la piscina tuvieron un sobrecoste del 71% al pasar de los 3,5 millones de euros presupuestados inicialmente a los 6 millones finales y un retraso de seis años, ya que estaba prevista para 2007 y se abrió en 2013.

La auditoría técnica encargada por el gobierno de Riba-roja a una empresa especializada en este tipo de instalaciones detectó hasta un total de 39 fallos y deficiencias, tanto en la estructuras del edificio como en los aparatos y material técnico que albergan las mismas.
    
El “despropósito” de la Mallà, han enfatizado fuentes municipales, “alcanzó su grado máximo cuando al terminar la construcción de las instalaciones se descubrió que no están homologadas para albergar campeonatos oficiales ya que no reúne las medidas requeridas para ello”. Esta circunstancia obliga al club de natación a desplazarse a otras localidades cercanas para competir.  

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