El alcalde de San Antonio de Benagéber que presentó el evento lo canceló en la tercera actuación
El alcalde de San Antonio de Benagéber, Enrique Santafosta, decidió suspender la actuación programada dentro de las fiestas del municipio en pleno concierto. La ‘batalla de gallos’ que congregó ayer por la noche a los vecinos en la plaza del Ayuntamiento no pasó del tercer tema.
El propio alcalde presentó la actuación rapera y media hora después la canceló debido a que las letras contenían “expresiones sexistas y homófobas” e “insultos”.
Santafosta ha explicado que el Ayuntamiento permitió la actuación a petición de los jóvenes del municipio pero que se les advirtió que tenían que cumplir unas normas, como no incluir en las letras expresiones que atentaran contra los principios fundamentales. “No cumplieron con lo pactado y se suspendió. No hubo más. Ni recibí presiones, ni llamadas. Comenzó la discomóvil y se continuó como estaba previsto” ha zanjado el alcalde.
Desde el PP han criticado que el alcalde en la presentación ante un público compuesto por “muchas familias con niños y menores de edad, reconoció que la actuación podía contener expresiones y palabras no adecuadas para todos los públicos y pidió moderación”. Unas palabras, que a juicio de los populares, “intentaron políticamente adelantar lo que ocurrió, eximirse de responsabilidades y asumir lo que podía pasar”.
Según el relato de los populares, tras las primeras estrofas, el público “se sorprende del lenguaje utilizado en un acto calificado para todos los públicos, cargado de un contenido altamente ofensivo”. A partir de ahí, “comienzan las quejas de los vecinos y algunos abandonan la plaza, otros llaman a la policía para mostrar sus quejas, y el alcalde no cesa de recibir llamadas telefónicas ante la presión social”.
Ante la cancelación, uno de los raperos, continúa el relato del PP, insta a continuar la actuación en un parque cercano, lo que obligó a la policía a intervenir para evitar que fueran al nuevo punto de encuentro y trasladarlos junto a un polígono industrial.
El alcalde ha explicado que el Ayuntamiento se limitó a ceder el espacio solicitado por los jóvenes, que no existía ningún tipo de contrato y que se les advirtió sobre el cumplimiento de unas normas marcadas por el consistorio. “No las cumplieron y se acabó el juego. No hubo más”.
Me parece correcto, en estos espectáculos, se emplean frases mal sonantes de muy mal gusto.
Pero aunque no sé si serán los mismos, me llama la atención que hayan padres que se escandalicen con esto, y sin embargo acuden a ver el maltrato del toro embolao, llevando a los mismos menores.