La recepción de dos nuevos polígonos industriales en San Antonio enfrenta a PP y PCyD

¿Puede un municipio como San Antonio de Benagéber crecer empresarialmente y desarrollarse? ¿Implica esto, necesariamente, crear molestias a una parte de sus vecinos? Son éstas una serie de dudas que están generando reproches políticos y enfrentamiento partidista entre algunas formaciones que tienen representación en el consistorio de este municipio.

José García

De un lado está el equipo de gobierno, que ha anunciado la recepción de dos nuevos polígonos industriales en los que se asentarán “empresas, comercios y oficinas”. Para los gobernantes locales, del PP, se trata de un triunfo: gracias a esta actuación, el municipio pasa a contar con más de 400.000 metros cuadrados a disposición de todas las empresas que quieran asentarse en estos terrenos.

Para el concejal de Urbanismo, Felipe del Baño, éste es un motivo de alegría porque con estos polígonos “se van a crear puestos de trabajo, lo que debe ser una prioridad para cualquier equipo de gobierno que se llame a sí mismo responsable”. Según Del Baño, es importante dar a conocer las ventajas que ofrecen estos terrenos a las posibles empresas interesadas en establecerse en la comarca. “Debemos estimular la iniciativa privada y la proyección económica local, especialmente en el actual contexto económico y laboral”, ha manifestado este concejal.

La otra parte en esta confrontación política la representan, por ejemplo, los miembros de la formación opositora PCyD (Plataforma Cívica y Democrática), quienes ya han venido acaudillando una serie de iniciativas “en defensa de los intereses de los vecinos” de ciertas urbanizaciones del municipio y se han caracterizado por su postura crítica sobre la gestión política de los actuales dirigentes locales.

Desde PCyD, como reprochan desde el PP, se votó en contra de la recepción de estos dos polígonos. Según los populares, “por su talante siempre opuesto a las gestiones del equipo de gobierno y por su habitual posicionamiento contra los intereses generales”. En PCyD se rechazan esas acusaciones: “Nuestro partido no está contra las mejoras que puedan mejorar nuestro municipio, sino que nos oponemos a que lleguen nuevas empresas a un polígono que está a menos de 50 metros de muchas viviendas de la urbanización Colinas de San Antonio, por ejemplo”.

Fuentes de PCyD señalan que se está incumpliendo el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) vigente y no se respetan los niveles de tolerancia y contaminación establecidos por las leyes. “Además, en vez de cambiar la ubicación de las empresas ya establecidas junto al municipio, y asentarlas más lejos, se crean nuevos polígonos cerca de zonas residenciales”. Estas mismas fuentes consideran que esta operación encubre “intereses urbanísticos”.

“En PCyD estamos en contra de que lleguen al pueblo empresas contaminantes y ruidosas, que no crean empleo y que solamente generan molestias a los vecinos que llegaron a San Antonio confiados en vivir en una zona residencial”.

Por encima de otras consideraciones, parece claro que en el fondo de esta situación subyace el temor del equipo de gobierno de que San Antonio de Benagéber se convierta en una ciudad-dormitorio (habrá quien considere que ésta es la situación que se viven en la actualidad), frente a las quejas de quienes se asentaron en este municipio precisamente buscando un lugar de descanso, alejado del trasiego de otras urbes. El enfrentamiento entre unos y otros está servido.