Es la institución benéfica en activo más antigua del mundo
El Colegio Imperial de Niños Huérfanos, creado por San Vicente Ferrer en el año 1410 para acoger y atender a niños y niñas huérfanos, ubicado en San Antonio de Benagéber, ha sido propuesto como candidato al Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2021.
Ésta ha sido la segunda ocasión que las Hijas de la Caridad, que estuvieron en el Colegio Imperial desde 1848 hasta el año 2003, proponen al centro educativo para el premio Princesa de Asturias.
El colegio, que ha acogido y educado en sus más de 600 años de historia a más de 30.000 niñas y niños, está considerado como la institución benéfica en activo más antigua del mundo, porque “ha funcionado de manera ininterrumpida desde su fundación pese a guerras o catástrofes acaecidas en sus diferentes sedes”, han indicado desde el centro docente.
En su estructura de casa-colegio, se convirtió en una de las primeras de Europa que enseñaba a leer y escribir a niñas ya en el siglo XVIII “diferenciándose de instituciones similares, en las que tan solo se les instruía en labores y música, o en aquello que les pudiese servir para la vida en casa o en conventos religiosos”, han añadido.
Actualmente, casi el 27% de sus beneficiarios son extranjeros, aunque llegó a alcanzar el 40 por ciento en la primera década del siglo XXI, incluyendo hasta 12 nacionalidades diferentes. Sus beneficiarios cursan estudios en el colegio concertado junto a más de 200 alumnos externos de otras poblaciones, “lo que favorece un ambiente integrador e inclusivo sin discriminación por razón alguna”.
Entre otras distinciones, ha recibido la Medalla de Oro de la ciudad de Valencia, la Distinción de la Generalitat Valenciana, el Premio Educación y Sociedad del Colegio Oficial de Pedagogos y Psicopedagogos de la Comunidad Valenciana o el Premio Justicia de la Generalitat Valenciana.
La contribución al centro en favor de la convivencia en paz y de la dignidad de las personas, su labor frente a la injusticia, la pobreza, la enfermedad y la ignorancia, así como su defensa del derecho a la educación en igualdad, otorgan al centro benéfico méritos singulares para su propuesta.
El clavario director del colegio, José Ignacio Llópez, ha agradecido la propuesta “por lo que significa de relación con la Corona española y por el servicio que realiza el colegio a los niños y niñas necesitados de la Comunidad Valenciana”. “Consideramos que es una colaboración importante lo que hacemos en la sociedad”, ha señalado.
El Colegio tiene como fin dar albergue, alimentación, educación y formación moral, religiosa y social, lo más completa posible, actualizando la obra iniciada por san Vicente Ferrer, a niños de ambos sexos, necesitados y que sean huérfanos o se encuentren en una situación familiar semejante a la de orfandad.
El Colegio ha reinterpretado el perfil de sus beneficiarios adaptándolo a las necesidades de la sociedad y ha sido ampliado desde el de huérfano, hasta niños y niñas de familias con dificultades sociales, económicas, y estructurales, ocasionadas por monoparentalidad por defunción, abandono, medidas judiciales o penitenciarias, bajos ingresos por precariedad laboral o dependencia de ayudas y situaciones de vulnerabilidad, como violencia de género, desahucios, migración, familiares que han acogido y que, en ocasiones, subsisten gracias a las pensiones o subsidios.
Este curso hay 91 alumnos residentes internos de 56 familias y en la escolarización obligatoria hay 74 alumnos. Además, están seis colegiales de Educación Infantil y 11 colegiales de estudios post-obligatorios: ciclos formativos, bachiller y universidad. En el colegio concertado este año son 277 alumnos, distribuidos en 164 en los seis cursos de Primaria y 113 en los cuatro cursos de ESO.