La conselleria de Medio Ambiente ha realizado la intervención en el árbol de 200 años ubicado en Serra
La conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, bajo la supervisión de los técnicos de Sanidad Forestal del servicio de Ordenación y Gestión Forestal, ha efectuado un tratamiento de endoterapia al centenario Pi de la Bassa, el árbol de 200 años ubicado en las inmediaciones del área recreativa Pla de Lucas (Porta Coeli) de Serra para intentar detener la afectación del tronco por tomicus.
El tomicus penetra por debajo de la coerteza de los pinos y efectúa la puesta de huevos. Las pequeñas larvas que nacen de ellos se alimentan efectuando pequeñas galerías que pueden interrumpir completamente el flujo de agua y nutrientes que desde las raíces va hacia la copa del pino, lo que produce su colapso y muerte súbita.
El Pi de la Bassa, según ha explicado la conselleria, presenta multitud de entradas de cría de tomicus y no se observan todavía las galerías de salida por lo que las larvas todavía se encuentran en su interior.
El director general de Medio Natural y Evaluación Ambiental, Antoni Marzo, ha explicado sobre el terreno que el tratamiento que se ha realizado consiste en “la inyección de un producto insecticida a través del sistema vascular del árbol para eliminar las larvas que se encuentran en su interior”.
El insecticida se denomina Abamectina y se trata de “un producto de origen natural procedente de la fermentación de la bacteria Streptomyces avermitilis”.
Si el árbol responde positivamente a esta actuación, que sigue al riego de urgencia que recibió la semana pasada con 8.800 litros de agua, se le practicarán otros tratamientos de continuidad.
“Estamos haciendo todo lo posible para salvar este viejo árbol y también intentamos mejorar sus condiciones de vida”, ha añadido Marzo. “Hay que tener en cuenta que el tomicus es un insecto oportunista que está siempre presente en el bosque y que normalmente no causa la mortandad de pinos que estamos soportando ahora, a causa de la sequía”.
Lo que no dice Antonio Marzo es que no ha hecho nada por renovar a la gente de Vaersa que se ocupaba de plagas y que tiró a la calle en diciembre