El plástico se reducirá con vasos reutilizables, de papel o bioplástico compostable
El botellón se prohíbe de forma explícita durante las Fallas y solo se autorizará la venta y consumo de bebidas alcohólicas en las zonas delimitadas de las demarcaciones falleras y se apostará por la reducción del consumo de plástico de usar y tirar, con vasos reutilizables, de papel o bioplástico compostable.
Esas son algunas de las medidas del bando de Fallas publicado por el Ayuntamiento de València, el segundo surgido de los consensos de los diferentes actores del colectivo fallero propiciados en la Mesa de Diálogo, y que también contempla la apuesta de las comisiones por el reciclaje, con el apoyo municipal.
El bando de las Fallas 2020, que incorpora la capacidad de introducir medidas específicas para salvaguardar el patrimonio de la ciudad en zonas como la Lonja, también incluye el incremento de urinarios, con nueva señalética incluida sobre los que tienen que colocar tanto el Ayuntamiento como las comisiones falleras.
De hecho, estas Fallas serán las primeras con un Plan Estructurado de Limpieza y Gestión de Residuos que permitirá no solo incorporar más lavabos y urinarios químicos, sino también aumentar la limpieza en zonas donde se detecte la práctica de botellones, ha informado el Ayuntamiento en un comunicado.
El plan también cuenta con un refuerzo de los contenedores a disposición de las comisiones falleras, con campañas para fomentar la recogida y el reciclaje de residuos como la Grande Reciclà o Ara Pots Pujar el Reciclatge.
También habrá horarios límite para la limpieza de verbenas, cenas y otros acontecimientos y los lugares de venta ambulantes tendrán que estar equipados con papeleras de recogida selectiva de residuos.
Limitadores de decibelios en las verbenas
El bando también incluye la exigencia a orquestas y discomóviles de disponer de limitadores de decibelios que permitirán un control acústico mayor, lo que reducirá las molestias que hay tras la mayor parte de las quejas vecinales y permitirá a las comisiones tener garantías del cumplimiento de las ordenanzas.
Todo, “para facilitar al máximo el comportamiento cívico de todas las personas que disfruten de las Fallas”, según el concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset, que ha recordado que las medidas para garantizar la convivencia y mejorar la imagen de la ciudad han protagonizado los acuerdos surgidos en diez meses de trabajo.
En ese trabajo han participado diferentes representantes del colectivo fallero junto a entidades vecinales, de comerciantes, consumidores y empresarios, así como los servicios municipales implicados en la celebración de la fiesta grande de la ciudad.
La mayoría de las carpas saldrán a las calles el día 12 de marzo, aunque lo harán de forma escalonada y la mayoría de las fallas han optado por las verbenas en fin de semana para ganar en conciliación y garantizar una mayor participación de público.
Entre las novedades de este año también está el compromiso de las comisiones falleras de informar con anterioridad a Protección Ciudadana de aquellas actividades para las que esperen una afluencia mayor a mil personas, facilitando así una mejor planificación a servicios como Policía y Bomberos para garantizar la seguridad.