El Banco de Alimentos distribuye la comida
La hostelería valenciana se ha volcado con la iniciativa de la ONG World Central Kitchen (WCK) impulsada por el chef español afincado en Estados Unidos José Andrés para dar de comer a los más necesitados durante la pandemia del coronavirus y ya reparte 2.000 menús diarios.
Así lo explica el coordinador de la iniciativa en València, el cocinero argentino Germán Carrizo, “la cara visible” de una iniciativa, a la que se lanzó “sin pensar”, pero que detrás hay muchos profesionales “que están haciendo un trabajo increíble”.
Según cuenta el cocinero de Mendozay propietario de tres restaurantes en la capital valenciana, la iniciativa de José Andrés, que se desarrolla en Estados Unidos y otros países afectados por la pandemia, arrancó en Madrid y ya se han sumado Barcelona, Huesca, Sevilla y València, con 20.000 comidas diarias.
El propietario de Doña Petrona, Fierro y Tandem cuenta que en cuanto se enteró de la iniciativa y le confirmaron que en València también era necesaria, él y su mujer, Carito Lourenço, también cocinera, se pusieron manos a la obra y empezaron el jueves pasado con 600 menús diarios y desde esta semana ya reparten 2.000.
Han organizado cuatro equipos de trabajo, entre los cocineros y los que emplatan los menús, 12 en cada grupo y con descanso en días alternos y reconoce que “es mucho trabajo” y “un poco complicado porque son voluntarios” y tienen un horario de 9 a 15 horas, que es lo que tardan “en cocinar y hacer los montajes”.
Ensalada de pollo, cuscús con verdura y ternera, pan del reconocido panadero Jesús Machí del Horno San Bartolomé, y una pieza de fruta o un yogur componen este jueves un menú que, según explica Carrizo, intentan que sea frío todos los días y que luego recoge a diario el Banco de Alimentos para hacer la distribución.
“Tiene suficientes calorías. La idea es que tenga bastantes proteínas y tengan de todo para que la gente pueda comer todos los días”, añade y detalla que se reparten en dos envases diferenciados y que han programado un menú con comidas para quince días.
Asegura que cuando surgió la posibilidad “no” lo pensaron “ni medio segundo” pero ahora después de jornadas de trabajo de doce y trece horas “se va haciendo más pesado”, aunque reconoce que están “contentos porque toda la hostelería valenciana está echando un cable”.
“Nosotros somos la cara visible pero hay muchísima gente detrás que está haciendo un trabajo increíble”, resalta Carrizo, que llegó a ser jefe de cocina de los restaurantes del tres estrellas Michelin Quique Dacosta “Vuelve Carolina” y “El Poblet”, en València.
Confiesa que lo “más difícil” es trabajar con tantas medidas de protección pero “la sensación final es alegría porque son miles de personas que están comiendo todos los días y antes no lo hacían”.
“Somos cocineros y ahora no podemos cocinar en nuestros restaurantes pero estamos intentando ayudar para que la gente siga comiendo”, concluye.