La instalación del CVI cuenta con una infraestructura puntera que permite una separación efectiva de los materiales, así como la depuración los lixiviados
Recuperar el mayor volumen posible de materiales aprovechables y, al mismo tiempo, contribuir al desarrollo socioeconómico de la zona y fomentar la preservación del entorno natural son los objetivos del trabajo desarrollado en la planta de tratamiento de residuos de Caudete de las Fuentes. La instalación, gestionada por el Consorcio Valencia Interior (CVI), ha logrado en sus 9 años de vida convertirse en referente por sus buenos resultados en cuanto al reciclaje de los residuos urbanos que se encarga de tratar.
En este sentido, buena parte del éxito con respecto a la gestión de estos residuos tiene que ver con una apuesta permanente por la innovación y un trabajo continuo de modernización de procesos y maquinaria. De hecho, a finales del año pasado, el CVI invirtió una cifra superior a los 400.000 euros para introducir mejoras en el proceso de afino, que permitan un cribado más exhaustivo de los residuos orgánicos.
El Consorcio Valencia Interior está constituido por 61 municipios de la comarcas del interior de Valencia: Camp de Túria, la Hoya de Buñol- Chiva, la Plana Utiel Requena, el Rincón de Ademuz y la Serranía, más los municipios de Millares y Cortes de Pallàs, la Diputación de Valencia y la Generalitat Valenciana. Su propósito es la gestión común de los residuos municipales y, actualmente, da servicio a más de 250.000 habitantes, que generan alrededor de 140.000 toneladas de residuos urbanos cada año. Esto implica que la entidad –a través de la planta de Caudete de las Fuentes y, también, la planta de tratamiento de residuos de Llíria– debe hacer frente a los residuos que se generanen más del 50% del territorio de la provincia de Valencia.
A instalaciones como la ubicada en Caudete de las Fuentes llega todo aquello que se deposita en el contenedor gris. Aproximadamente, el 30% de lo que se recoge son restos de comida, pero el hecho de que no se produzca una separación correcta en origen provoca que, junto con ellos, lleguen envases de plástico y cartón, metales, vidrio, ropa y calzado, entre otros.
Por eso, los esfuerzos del Consorcio Valencia Interior están puestos en perfeccionar el procedimiento de cribado y separación, fundamental en el tratamiento de los residuos, ya que permite recuperar los materiales reutilizables y evitar su depósito en vertedero.
Con respecto a ello, entre las últimas novedades que ha incorporado la planta se encuentra la adquisición de un segundo separador óptico de vidrio, que permite recuperar, por un lado, fragmentos de este material (aptos para hacer nuevos envases) y, por otro, fragmentos de loza, grava e inertes.
Depuración de los lixiviados
Asimismo, la planta es una de las pocas de la Comunitat Valenciana que cuenta con una depuradora de lixiviados, es decir, de las aguas contaminadas que resultan de la gestión de la instalación de eliminación de los materiales que no se han sabido recuperar.La descomposición de la materia orgánica que acompaña al rechazo y el percolado de agua de lluvia a través de la masa de residuo genera estos fluidos, que, mal gestionados, pueden tener un impacto medioambiental muy grave.Sin embargo, mediante la aplicación de un tratamiento de ultrafiltración y ósmosis inversa, la planta de Caudete logra reconvertir estos tóxicos en agua totalmente limpia para su autoabastecimiento.
Vista 360º de las instalaciones de Caudete de las Fuentes: https://panoraven.com/es/slider/vsdhzVRzeY