El Ayuntamiento de Vilamarxant, a través de la concejalía de Servicios, ha procedido a la sustitución de un total de 120 ópticas incandescentes, pertenecientes a cinco grupos de semáforos que están ubicados en diferentes puntos del municipio, para adaptarlos a la nueva tecnología LED y lograr de este modo un mayor ahorro y eficiencia energética.
Esta iniciativa se ha visto favorecida por una subvención concedida por la Agencia Valenciana de la Energía (AVEN) de la Conselleria de Infraestructuras y Transportes de la Generalitat Valenciana y se calcula que supondrá un ahorro del 80% el consumo energético, así como la disminución de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.
“Las lámparas de estos semáforos consumen 10 vatios, frente a los 70 que se venían consumiendo con el anterior modelo”, ha explicado al respecto el alcalde de la población, Vicente Betoret. Además, “las anteriores tenían una vida útil de unas 8.000 horas, es decir, menos de un año. Las nuevas están preparadas para funcionar durante 8 años”, añade el alcalde.
Betoret también incide en otra ventaja: “Los avances tecnológicos que poseen este nuevo modelo los convierten en material más duradero y fiable, por lo que serán menos habitual que se produzcan problemas técnicos, lo que supondrá un aumento en la seguridad vial de peatones y conductores”.
No sólo el interés económico ha guiado esta actuación: también se han seguido criterios ecológicos ya que, según Betoret, “el Consistorio de Vilamarxant siempre se ha mostrado proclive a adoptar medidas que se adapten al desarrollo sostenible y tengan un mínimo impacto negativo en el medio ambiente”.