Xavier Jorge (Ciudadanos), alcalde de Vilamarxant
Hace un año recibió la vara de mando de sus socios del Partido Popular para convertirse en el primer alcalde de Ciudadanos de Vilamarxant y este mes de junio pasará a figurar como el único alcalde de la formación naranja en la comarca de Camp de Túria por la moción de censura de los cinco exconcejales del PP y del PSPV contra su compañero de partido, Sergio Alfaro, en Loriguilla.
¿Cómo valora lo que está ocurriendo a sus compañeros de partido en Loriguilla por el movimiento de los ediles de la oposición?
Al final cualquier movimiento que no sea el pacto es complicado y no debería producirse. Un pacto PP y PSPV siempre suena raro. Parece más una oportunidad personal que un movimiento de los partidos, porque entiendo que si se han ido de los partidos es porque no les han autorizado el pacto. Cuando te presentas por unas siglas y quieres hacer un cambio, te esperas a las siguientes elecciones y haces lo que tengas que hacer.
Va a ser una pérdida importante para las siglas tras la crisis que ha vivido Ciudadanos a nivel nacional.
Sí, claro. Y además con Loriguilla trabajamos muy bien a nivel comarcal en el Consorcio Valencia Interior y en la Mancomunitat Camp de Túria.
¿Cómo funciona el pacto de Ciudadanos con el PP en Vilamarxant?
Aquí en Vilamarxant, ningún problema, hemos trabajado bien, con confianza desde el primer minuto y estamos cohesionados y continuamos funcionando perfectamente.
A menos de un año para las elecciones, ¿está dispuesto a presentarse de nuevo como candidato de Ciudadanos a la alcaldía en el 2023?
En principio, sí. La idea es continuar. El equipo está consolidado, es sólido. Los afiliados tendrán que hablar y ver qué se decide. Pero la intención es continuar con el mismo equipo.
¿Qué balance hace de esta legislatura?
Los cinco ejes que plantee en el discurso de investidura estamos cubriéndolos como la bajada de impuestos y la mejora de servicios públicos. Este año empezaremos a ver los frutos con un plan de inversiones muy fuerte de 5 millones de euros para mejorar espacios públicos: caminos, calles, parques, edificios. Se trata de saldar una deuda histórica que tenemos con toda la población. Ha habido años en los que no se ha invertido casi nada, motivado por la crisis y la política de anteriores gobiernos. La idea es ahora invertir para poner Vilamarxant a la altura de un pueblo de casi 11.000 habitantes que somos ya. Hemos crecido en 1.000 empadronados en el último año. Hay que adaptar y modernizar los servicios y que las infraestructuras empiecen a evolucionar. Ahí ha habido una deuda histórica con los vecinos que viven en las urbanizaciones que hemos querido subsanar en esta legislatura. Estamos trabajando para que la gente que ha estado muchos años olvidada vea que se les hace caso. Aún hay vecinos que cuando llueve está una semana aislado en su casa. Cuando gobiernas, gobiernas para todos, no solo para el casco urbano.
¿Los 5 millones de euros se van a invertir sin necesidad de pedir un préstamo como han hecho otros ayuntamientos de la comarca?
Tenemos deuda cero. Hace un mes hemos hecho una incorporación de remanente de 3 millones de euros para inversiones que se suman al presupuesto de 8 millones de este año. Ya hemos abierto el museo de La Cisterna y en breve lo hará la Casa de la Juventud, hemos rehabilitado el Pont de Ferro que se estaba cayendo y el Castillo y hemos renovado el polideportivo. Se ha hecho un parque en Horquera. Ha sido una legislatura de inversión, de poner al día y actualizar los recursos municipales para que el ciudadano pueda vivir en condiciones. En breve vamos a licitar el nuevo servicio de recogida de residuos y de limpieza viaria.
¿Han sido inversiones consensuadas con los vecinos?
Sí. Nos reunimos con los presidentes de las urbanizaciones y con los propios vecinos para que puedan manifestar sus inquietudes. Yo lo primero que hice como alcalde fue dar mi teléfono personal a todos los vecinos por las redes sociales, que llevo yo mismo. Puse mi número en las redes y respondo a todos y lo reenvío donde corresponde. Sobre todo buscamos la inmediatez. Lo publico todo en las redes sociales porque la gente tiene que estar informada y saber lo que se hace.
Quedan dos asuntos pendientes para la próxima legislatura como son la ampliación del instituto y la residencia de mayores. ¿Cuándo serán realidad?
Y añadiría las dos rondas que son muy importantes. Este año se está haciendo el proyecto de ejecución de la CV-50 y la de la CV-35 está en fase de proyecto también. Hemos pedido la ampliación del instituto y estamos peleando por una residencia para las personas mayores porque hace mucha falta. Ahora la gente se tiene que ir fuera, lejos de su familia, sus amigos o de su pareja. Espero que nos tengan en cuenta para la residencia para el siguiente plan Conviure.
En el balance político de este año se ha producido la dimisión en bloque de Compromís y la trágica pérdida de un concejal de este partido.
Las dimisiones de Voro y de Manolo fueron por causas personales y lo de Enric sí que fue una pena. Era una persona muy querida, muy metida en la cultura y es una pena que nos haya dejado. El hecho de estar en política no significa que no seamos todos amigos o conocidos. Todos estamos alineados en lo que son las necesidades de Vilamarxant en cuanto a inversión. Política se hace poca, se trabaja arreglando bordillos y asfaltando caminos. Las necesidades de un pueblo son esas y son las mismas para todos.
¿Cómo se va retomando la normalidad tras la pandemia?
Aunque hemos recuperado la normalidad, el covid ha roto la inercia del Ayuntamiento a nivel administrativo y de obras y de la celebración de los eventos festivos. El comercio y la hostería han sufrido mucho a pesar de las ayudas y de las inversiones. Muchos han cerrado o se han digitalizado. Estamos en el esfuerzo de reactivar la economía que es lo que Vilamarxant necesita, que la gente trabaje, consuma y la economía circule.